Asier Osambela llegó a Tajonar en edad alevín procedente del Ardoi. El de Subiza pasó de ser el mejor en su equipo a compartir vestuario con gente de mayor nivel que él, pero con el paso del tiempo fue quemando etapas hasta entrar en una convocatoria con el primer equipo de Osasuna la pasada jornada en la visita del Real Madrid a El Sadar. Conocido seguidor rojillo –y del Subiza, el equipo de su pueblo al que tampoco le pierde la pista-, ahora va a disfrutar desde dentro, todas las experiencias que ha vivido como aficionado. Renovado recientemente hasta 2026, ya es uno más a las órdenes de Jagoba Arrasate.

¿Cómo está asimilando todo lo que le ha pasado en la última semana?

–Bien, ya más tranquilo porque de verdad que fue una semana muy intensa la pasada, pero bueno, más tranquilo y muy contento por todo lo que pasó la semana pasada.

Renovación, convocatoria con el primer equipo, calentamiento… sólo le faltó el debut

–Sí, así es. Muy contento de tener la oportunidad de poder entrar en una convocatoria y de poder vivir también la sensación esa de calentar, la tensión de que sabes que la opción de debutar está ahí y muy contento de poder vivir todo eso.

¿Cómo vivió desde dentro lo que siempre ha vivido desde fuera?

–Sinceramente, me costó asimilarlo. Es verdad que al principio ni me lo creía, pero luego intenté tomármelo con normalidad, intenté pensar que al final es fútbol y que aunque me costase intenté pensar que era un partido más, pero es una experiencia increíble para mí y ojalá vengan muchas más.

Siempre ha sido un aficionado más en los desplazamientos y ahora defiende la camiseta del primer equipo...

–Sí que es verdad que he disfrutado de muchos desplazamientos y es algo, que desde pequeño me lo han inculcado. Siempre lo hemos vivido tanto yo como todos colegas, familiares... Todos somos muy, muy osasunistas y el poder vivir eso ha sido un lujo. Saber que ahora puedo tener la oportunidad de vivirlo desde dentro, pues es un lujo para mí.

¿Qué se le pasaba por la cabeza mientras calentaba?

–No me dio tiempo a pensar más que eso. Salí y empecé a sentir la tensión esa de que ves que puede estar ahí el debut, que puedes llegar a debutar y lo único que pensaba era en salir disfrutar de del momento y hacerlo a lo mejor posible.

¿Echó alguna mirada a la grada?

–Sí, sí, porque al final ya sabía que tenía ahí a toda la familia que se ponen justo encima de los banquillos. Sabía que estaban todos por ahí y sí que eché alguna mirada y vi que estaban también bastante más nerviosos que yo. Intenté saludarles y que lo llevasen con normalidad.

Imagino que recibió muchas felicitaciones al acabar el partido

–Sí, mucha gente con la que parece que has perdido el contacto y ves que se alegran, que te ven ahí y les hace ilusión, se alegran. Se agradece. También es un orgullo que todos los compañeros, excompañeros, exentrenadores se acuerden de ti y es un placer que te den la enhorabuena.

¿Qué compañero estuvo más pendiente de usted?

–Con el que más estuve es con Jorge Herrando. Al final, como vive en Campanas fui a la concentración con él y fue con el que más estuve y el que más pendiente de mí estuvo. Ayuda mucho ver que un tío como Jorge, que ya lleva muchos años aquí en el primer equipo entrenando y que ahora está empezando a entrar en el once, esté pendiente de ti, porque sabes que cualquier cosa que necesites está ahí para ayudarte. Eso da mucha tranquilidad.

¿Qué mensajes, consejos le dieron?

–Sobre todo el de disfrutar. Todo el mundo me decía lo mismo, que hay que disfrutar, que es una oportunidad que hay que vivirla al máximo, disfrutar lo máximo posible y luego también, que tiene que ser el principio, que hay que seguir trabajando para que puedan llegar más.

¿Qué le supone haber alcanzado el primer equipo?

–Es una felicidad muy grande, porque al final es lo que llevo soñando y para lo que llevo trabajando desde que soy un niño y es una felicidad enorme el haber podido ya entrar en una convocatoria. Tanto para mí, como para todos los familiares, amigos, que son los que lo han vivido desde cerca conmigo desde que era un niño, es una felicidad enorme.

¿Qué puede aportar?

–Creo que soy un jugador que tiene mucho recorrido, una buena segunda llegada y creo que lo que puedo aportar sobre todo es en disputas, duelos aéreos, en coger caídas, llegadas…

Y acompaña en el estilo a Lucas Torró de llevar la camiseta por dentro del pantalón...

–Lucas es el único que juega con la camiseta por dentro. Desde alevines siempre nos decían que la camiseta había que llevarla por dentro y empecé así y he seguido siempre metiéndomela por dentro. Como ha ido bien, no tengo intención de cambiar (se ríe).

¿En qué se parecen o en qué se diferencian Arrasate y Castillejo?

–Bueno, yo creo que se parecen bastante. Son entrenadores con las ideas muy claras y los dos saben lo que quieren. La forma de entrenar sí que es verdad que también es muy parecida. Es verdad que se nota mucho el cambio de ritmo, técnicamente se nota el cambio, pero al final los ejercicios son todos bastante parecidos y la mayor diferencia es el cambio de ritmo.

“Arrasate y Castillejo son entrenadores con las ideas muy claras, los dos saben lo que quieren y la forma de entrenar es muy parecida”

Su ahora técnico, dijo en rueda de prensa que “es un chico tímido, honesto, honrado y osasunista de pro. Lo hemos visto en mil campos. Su padre también tiene ese sentimiento osasunista y, como persona, es un 10. Intentaremos que como jugador se acerque a esa nota en un futuro”. ¿Qué opinión le generan estas palabras?

–Es un orgullo escuchar que hablen así de bien de ti. Es... no sé ni cómo explicarlo, es un orgullo y eso, aparte de lo deportivo, creo que eso es igual hasta más importante. Que la gente te vea como honrado, buena persona.

También dijo que tenía cosas por pulir. ¿En qué debe mejorar?

–Soy un jugador que con balón técnicamente siempre me ha costado un poco más o nunca ha sido mi punto fuerte, y eso es algo que tengo que seguir trabajando. 

¿Nota el cariño de la afición? Le han recibido con los brazos abiertos sin tan siquiera haber debutado

–Sí, he estado viendo en Twitter los comentarios de la gente y bueno, lo único que hace eso es que todavía consiga más motivación para seguir. Ver que la gente te quiere arriba, ver que la gente tiene ganas de verte jugando en El Sadar... hace que me motive más de lo que estoy y voy a intentar devolverles todo el cariño y el apoyo que me han dado.

Ha pasado por todas las categorías inferiores de Tajonar. ¿Cómo ha sido su experiencia?

–Llegué en alevines y básicamente ha sido ir quemando etapas y poco a poco ir subiendo y al final yo, por ejemplo, cuando estaba en infantiles casi ni me imaginaba el poder estar aquí. Yo pensaba en ir año a año, ir haciendo las cosas bien, ir mejorando, ir subiendo y hasta que ya ha llegado un punto que casi sin darte cuenta, te ves en el Promesas y ya sólo falta el último paso.

¿En qué momento piensa que puede llegar al primer equipo?

–Una vez que llegas a juvenil, el paso entre juveniles y el Promesas ahí es cuando ya empiezas a venir aquí a las mañanas a entrenar. Ves a los jugadores del primer equipo todos los días y dices ‘al final, después de tanto tiempo, no está tan lejos’ y es cuando empiezas a creer de verdad, cuando en el día a día ves a todos aquí.

¿Qué entrenador le ha marcado más durante su formación? 

–Es verdad que estos días me he acordado mucho sobre todo de exentrenadores y excompañeros y si me tengo que quedar con uno me quedaría con el que más me ha marcado que, sin duda fue el primer año infantil, que fue pasar de fútbol 8 a fútbol 11 que me costó. Ese año están de entrenadores Félix Vergara e Iñaki Hurtado y fueron dos entrenadores que me marcaron muchísimo. Me ayudaron muchísimo a mejorar y son los que los que más me han marcado hasta el día de hoy.

“De pequeño siempre me fijaba en Patxi Puñal, era mi ídolo, y también en Oier Sanjurjo; son dos perfiles parecidos al mío”

¿En qué jugador se fijó cuando llegó a Tajonar?

–De pequeño siempre me fijaba en Patxi Puñal, siempre he dicho que mi ídolo era él, que quería ser como él y luego también me empecé a fijar en Oier Sanjurjo, porque al final son dos perfiles muy parecidos que juegan en una posición bastante parecida a la mía y desde pequeño he dicho que me gustaría me gustaría ser como ellos.

Nunca ha sido seleccionado para la selección navarra ni para la española, pese a haber sido un jugador adelantado a su edad y haber ganado el premio a mejor jugador del torneo Interescolar. ¿Qué mensaje le da a los padres que quieren que sus hijos sean las nuevas estrellas?

–Lo único, que tengan paciencia. Yo, por ejemplo, nunca he tenido la suerte de ir con la Selección Navarra, ni nada. Aunque un año a tu hijo no le llamen, que tengan paciencia, porque el fútbol puede cambiar de un día para otro, de un año para otro cambia muchísimo. Que no se vuelvan locos, que sigan igual y que las oportunidades, si se hacen las cosas bien y trabajas, acaban llegando.

A pesar de ser de Subiza, y de tener ficha el año pasado con el equipo del pueblo fue un fijo de Santi Castillejo. ¿Tiene esa espina de no haber podido disfrutar más del equipo de su pueblo?

–Tanto como la espina igual tampoco porque al final tuve la suerte de poder disputar bastantes minutos en el Promesas, pero sí que es verdad, que jugar en el equipo del pueblo hace ilusión. Tuve la suerte de disputar dos partidos y con eso me quedo. Sí que es verdad que el primero tuve la suerte jugar en Sotoburu con todo el pueblo viendo, toda la familia, amigos y es un recuerdo muy bonito.

¿Cómo valora la temporada del Promesas?

–Es verdad que está costando un poco más que el año pasado y ahora encima hemos venido de una mala racha de 9 partidos sin ganar, pero bueno, el otro día conseguimos la victoria. Es verdad que empezamos bastante bien la temporada y ese colchón que conseguimos en la primera vuelta ha sido el que ha hecho que en esta mala racha no hayamos caído en puestos de descenso. En general la temporada está siendo buena. Aún queda mucho trabajo por hacer y muchas cosas por mejorar, pero creo que estamos en buena línea.

Imagino que Santi Castillejo ha sido una de las personas que más se han alegrado por su convocatoria con el primer equipo

–Creo que estaría contento, sí. Seguramente él querría que fuésemos más de uno porque también eso quiere decir que él ha hecho bien su trabajo, que está haciendo las cosas bien y ver que estamos llegando a entrar en alguna convocatoria con el primer equipo también es mérito suyo. 

¿Cuánto ha echado de menos el equipo a Xabi Huarte?

–Muchísimo. Ya se ha visto ahora en los partidos que ha entrado que le hemos echado de menos. Al final es un jugador con una técnica increíble, muy dinámico nos aporta muchísimo. Ahora estamos muy contentos de que esté de vuelta porque en este final de temporada va a ser muy importante para nosotros.

Dejando a un lado Osasuna... ¿qué significado tiene Subiza para usted?

–El pueblo lo es todo. Desde pequeño me he criado ahí, he metido muchísimas horas jugando en el frontón de Subiza. La gente del pueblo es la que me ha ayudado y ha hecho que haya podido llegar hasta aquí y son también los que en los malos momentos los que siempre han estado ahí, los que siempre me han ayudado y eso para mí es todo.

Txapela y Desi celebran un gol de Iñaki Osambela con el Subiza. Merche Galindo

¿Qué le dice esta foto?

–La época dorada de Subiza. Aquí Txapela, mi padre y Desi. Fútbol del de verdad, el de antes, fútbol del bueno. Tengo buenos recuerdos de este Suiza y mi padre siempre nos habla de cómo jugaban. Le están felicitando por marcar gol. Lo que pasa es que acababa todos los días enzarzado con los centrales del otro equipo (se ríe).

Tiene relación con otra persona de las que aparece en la foto y un tatuaje de una frase suya en el brazo (Amore ematea ez da aukera bat/ Rendirse no es una opción)

–Este tatuaje nos lo hicimos por él, por Txapela, porque al final para nosotros es un ejemplo. Que una persona se tome se tome así su enfermedad y ver cómo no se va a rendir nunca y siempre va a disfrutar en todo momento de lo que se le permita... Nos lo hicimos un colega y su padre, y mi padre y yo. Nos identificamos mucho con esa frase y con la forma de vivir y de pensar de Txapela. Se alegró porque ver que él está siendo un ejemplo para nosotros le hizo ilusión.

Osambela muestra el tatuaje que tiene en honor a Txapela. Oskar Montero

Estamos hablando de una persona que le ha visto crecer y que tiene a su sobrino (Xabi Huarte) compartiendo vestuario en el Promesas

–Siempre ha sido muy amigo de mi padre, ha jugado en Subiza muchos años y ha visto también como íbamos creciendo, como íbamos para arriba y siempre ha tenido esa pasión por el fútbol también, siempre ha dado consejos. Siempre me ha ayudado, siempre hemos tenido ese abrazo también… A él le hace especial ilusión porque nos tiene mucho aprecio a los dos igual que nosotros a él y para Txapela, vernos competir aquí en Tajonar pues es un orgullo muy grande.

¿Ha necesitado mirar el tatuaje alguna vez?

–En algún momento, sí, igual no como necesidad, pero sí que es verdad que me ha ayudado en algún momento de juego. Lo ves y te paras a pensar en Txapela y dices ‘tengo que seguir, tengo que darle la vuelta a esto’ y al final ayuda en un mal momento para darle la vuelta a la situación.

Volviendo a Osasuna... ¿qué espera de aquí a final de temporada?

–Bueno, estoy, estoy ahora mismo centrado en seguir entrenando bien en intentar intentar volver a ganar con el Promesas y bueno seguir trabajando seguir igual y pues si viene en oportunidades con el primer equipo de entrenamientos, convocatorias o lo que sea intentar aprovecharlas, disfrutarlas al máximo y lo que tenga que venir, vendrá.