Más de dos años después, las peñas de Pamplona Aldapa, Anaitasuna, La Jarana y Oberena, junto con la Sociedad Gastronomíca Gazteluleku han cumplido con el compromiso adquirido con la ONG Munduko Begiak (Ojos del mundo) en marzo de 2020. Entonces ya se anunció la celebración de una jornada solidaria con el objetivo de recaudar fondos, pero llegó la pandemia y el confinamiento al que toda la ciudadanía se vio obligado y "fue imposible llevarla a cabo". Pero el compromiso de las entidades organizadoras se mantuvo en el tiempo y todas han aprovechado la oportunidad para cumplir la promesa que hicieron a Munduko Begiak de apoyar su lucha contra la ceguera evitable.

Así, el pasado día 17 de septiembre se hizo realidad la comida solidaria, en la sede de Gazteluleku, pero con la colaboración de las otras cuatro entidades embarcadas en este proyecto solidario. Participaron 90 personas que, en un ambiente alegre y comprometido, manifestaron su postura clara y activa a favor del Derecho universal a la salud ocular.

Además de la donación del importe la comida, se han recaudado otras cantidades a través de una donación directa de 200 euros procedentes de la Fundación ARPA; y en 2020, a principios de marzo, un grupo de estudiantes del CI Burlada FP de la rama de cocina y pastelería donó el resultado de la venta de unas magdalenas que habían elaborado altruistamente. Todo ello ha sumado una cantidad de 3.962 euros que han sido entregados este pasdo lunes por Jose Luis Soto, presidente de Gazteluleku a Alfonso Noboa, coordinador de Munduko begiak en Navarra.La Fundación Ojos del mundo/Munduko begiak está inscrita en el Registro tiene sede social en Navarra desde 2013 y cuenta con el apoyo de diversas instituciones y entidades de la Comunidad Foral.

El cheque solidario fue entregado este lunes por Jose Luis Soto, presidente de Gazteluleku a Alfonso Noboa, coordinador de Munduko Begiak en Navarra. DIARIO DE NOTICIAS

Munduko begiak/Ojos del mundo nació en 2001 tras un viaje de los actuales presidente y vicepresidente a los campamentos de personas saharauis refugiadas en Tindouf (Argelia), a lo largo del cual tomaron conciencia de las deficiencias en la salud visual de la población más vulnerable y decidieron fundar la entidad. A raíz de aquel episodio, se puso en marcha en el Sáhara el primer proyecto de la Fundación y, posteriormente, se ha ampliado la labor a Mozambique, Bolivia y Malí. La línea de actuación en estos territorios es siempre la de empoderar los servicios locales de salud y formar a los y las profesionales locales para que sean los principales actores a la hora de combatir la ceguera que se puede prevenir o curar.

En estos 21 años, Munduko Begiak ha contribuido a revisar la visión de un millón de personas y la operación de más de 34.000 ojos, principalmente de cataratas. Asimismo, la Fundación ha sensibilizado a más de 550.000 personas a través de talleres y charlas y ha formado a casi 12.000 profesionales locales.