El año pasado en Pamplona se registraron 150 robos con violencia e intimidación, frente a los 108 del año 2021, y aún más, es la cifra anual más alta de los últimos siete años.

Los datos, que corresponden solo a las denuncias presentadas ante la Policía Municipal (el 40% del total, ya que no se incluyen datos de Policía Foral y Policía Nacional, lo que elevaría esta cifra a más del doble), suponen un incremento del 38,89% y ponen de relevancia una situación que preocupa, y así lo dijo esta semana, al Ayuntamiento de Pamplona.

Se trata de asaltos en la vía pública, en muchos casos en las noches de ocio y en las rutas de regreso a casa. Con sueño, de noche, muchas veces caminando solo o sola y con alguna copa de más, cualquiera resulta más vulnerable de lo normal, y eso los ladrones lo saben. 

Los datos lo confirman, y de los 150 robos con violencia, 31 tuvieron lugar en el barrio de San Juan, seguido del Casco Viejo, con otros 25 atracos. Son en ambos casos zonas de la ciudad donde se concentra una amplia oferta de ocio nocturno, lo que es aprovechado por los delincuentes, en muchos casos grupos juveniles, para asaltar a los viandantes y robarles la cartera o el móvil, por ejemplo. Le siguen otras zonas como el I y II Ensanche, con 19 atracos, la Rochapea con 15 y la Milagrosa, con 13 casos. El 97% de los casos son a cargo de hombres, y en el 25,58%, menores.

El Ayuntamiento de Pamplona presentó esta semana el balance de actuaciones de la Policía Municipal de 2022, en el que también se constata un aumento de los hurtos. El mes de julio, con Sanfermines, es el de mayor delincuencia en la ciudad, con 1.029 denuncias de las 6.306 en total registradas por Policía Municipal en 2022. En fiestas, se denunciaron 18 casos de robo con violencia. 

Más en Bilbao, menos en Vitoria

Si se compara a Pamplona con otras ciudades del entorno, los datos son dispares. Mientras que en Iruña el incremento de robos con intimidación está casi en el 40%, por encima de la media nacional situada en el 26,80%, en Bilbao los asaltos se han disparado hasta llegar a un incremento del 118,70%, y al 45,20%, en Donostia-San Sebastián.

En el lado contrario, sin embargo, se situó el año pasado Logroño, que ha conseguido reducir los atracos a personas en un 25,30% y Vitoria-Gasteiz, con un descenso del 14,30%.

Se da la circunstancia, además, si se comparan ciudades, que mientras que en todas las capitales del entorno han subido entre un 40 y un 50% los delitos contra la libertad sexual, en Pamplona el porcentaje es sustancialmente menor, del 16,98% de incremento, y aún mucho más en Logroño y Zaragoza, donde los casos de abusos y agresiones sexuales han caído en un 6% y un 5,80%, respectivamente.

Ante esta situación, el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, ya avanzó esta semana que en el mes de marzo se quieren llevar a cabo unas jornadas sobre criminalidad, donde se podrán en común las medidas que otras ciudades llevan a cabo y que han podido resultar exitosas de cara a “alejarnos de esos problemas”, dijo. 

Armas blancas

Aunque para el concejal de Seguridad Ciudadana, Pamplona es “una ciudad segura”, lo cierto es que, y los datos así lo corroboran, la delincuencia ha crecido.

Se señalaba esta semana: “Queremos buscar la razón, qué es lo que ha podido pasar”, pero una realidad está ahí después de la pandemia: “Hay más uso de armas blancas, de vasos y demás (el concejal se refiere a objetos punzantes)”, de tal manera que la incautación de este tipo de armas blancas ha crecido un 50%. “Están cambiando las rutinas en las zonas de ocio”.

La tarea es difícil para este año. “Es obvio -según Labairu- que las medidas no pueden ser solo policiales, y que hay que intentar educar a nuestros jóvenes y nuestros mayores, y trabajar “en la prevención”.

El reto: “Buscamos la reducción de los robos con violencia y fuerza, y evitar, en la medida de lo posible, las peleas y las lesiones con arma blanca”. 

En lo que atañe a las zonas de ocio y zonas de discotecas, se va a continuar con el plan STOP Peleas “con un coche policial en cada salida de discotecas, que vigile reyertas y otro tipo de agresiones” y, junto a ello, un dispositivo especial de policía.

Grupos específicos que controlen el ocio nocturno. Van a estar fuera de las órdenes ordinarias, y se van a centrar en locales de ocio, apuestas, control de aforos y consumos, y evitar el tema de armas blancas y de consumo de estupefacientes”.

7 itinerarios de riesgo

El Ayuntamiento de Pamplona tiene detectados en la ciudad determinadas zonas vulnerables de tránsito, lugares donde la probabilidad de estos robos con violencia es mayor. “Siempre, o en su mayoría, estos están relacionados con zonas de ocio, o con el regreso de esas personas a sus casas”.

Y se va a actuar en estos 7 lugares de tránsito. En la Vuelta del Castillo ya se han instalado cámaras y reforzado la iluminación, lo que para el concejal de Seguridad Ciudadana ha sido “muy positivo” y lo mismo prevén en otros recorridos como la bajada a la Rochapea, la Media Luna, la Taconera, el Bosquecillo, Ciudadela y Carlos III.

“Este mismo modelo nos gustaría implantar en esas zonas y aportar sensación de seguridad a la ciudadanía”. El debate está encima de la mesa.