El lanzamiento de 4.000 farolillos al cielo de Pamplona ha encendido a sindicatos de la Policía Municipal, que han denunciado el “caos espeluznante” que vivieron durante el evento que, según los cálculos del Ayuntamiento, congregó a 80.000 personas que abarrotaron la explanada de autobuses, la avenida del Ejército y la plaza de la Paz.
“Los compañeros sufrieron una siuación tan caótica que se vieron desbordados”, censura el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España en Navarra (SPPME).
Los sindicatos critican con dureza la falta de previsión porque se organizó un dispositivo compuesto por 34 agentes que finalmente tuvieron que velar por la seguridad de 80.000 personas. “En los últimos tiempos, se está dando un desorden generalizado porque funcionamos a tiro del comisario de guardia que esté. Las previsiones son muy malas y así nos va. Los agentes que estamos en la calle sufrimos insultos, risas y broncas. ¡Es increíble!”, exclama SPPME.
En la misma línea, el Sindicato Independiente de Policías de Navarra (SIPNA) ha censurado la ausencia de un Plan de Emergencia y Seguridad acorde a un evento al que acudieron 35.000 personas más que a los fuegos artificiales, uno de los actos más multitudinarios de San Fermín.
"¿Si hubiera ocurrido algo grave, cómo se habría atendido con todas las vías de acceso colapsadas por peatones, coches atrapados entre la marabunta y agentes de policías sin poder llegar a sus cierres de tráfico? Lo de los farolillos no tiene precedentes”, asegura SIPNA.
Por suerte, más allá de algunos ataques de ansiedad y agobios provocados por la aglomeración de gente, no hubo que lamentar ningún incidente de gravedad.
Jefe de sala
El Sindicato Profesional de Policías Municipales en Navarra también considera “inaceptable” que en San Saturnino el jefe de sala, que debe controlar todos los servicios que la Policía Municipal esté realizando en cada momento, fuera “un subinspector interino”.
Según el Reglamento de Ordenación del cuerpo, “diariamente y para cada turno, un inspector –no un subinspector– es designado como jefe de sala para coordinar las actividades de las unidades”.
SPPME tilda la decisión de “vergüenza” y defiende al jefe de sala nombrado para San Saturnino: “Se comió un marrón de narices mientras en la calle había mandos superiores que uno decía una cosa y otro decía otra. Y el comisario de guardia, ni palabra”.
El jefe de sala también preside el acto de lectura de servicio, distribuye los efectivos asignados de acuerdo a las instrucciones recibidas, controla el equipo diario que atiende el Centro de Coordinación Operativa y reordena efectivos cuando alguna unidad se ve sobrepasada por una situación en concreto.
Debido a la gran responsabilidad que asume el jefe de sala, SPPME no comprende que se designara a un subinspector para vigilar el lanzamiento de farolillos y subraya que esta situación se está “repitiendo durante los últimos meses”.
Pachi Fernández, cuestionado
Pachi Fernández, director del área de Seguridad Ciudadana y mano derecha del concejal de UPN Javier Labairu, está siendo cuestionado por los sindicatos policiales. En concreto, SPPME y SIPNA critican el papel que Pachi Fernández desempeñó durante la puesta en marcha del dispositivo de seguridad que se articuló para el lanzamiento de los 4.000 farolillos.
“¿Actuó correctamente dirigiendo un servicio de seguridad y tráfico sin los conocimientos mínimos exigibles para ello?”, se pregunta irónicamente SIPNA en su cuenta de X (antiguoTwitter).
“Mostramos nuestro rechazo a la gestión del director de Seguridad Ciudadana, del que ya avisamos que quiere mandar en la Policía Municipal y lo está empezando a conseguir en estos últimos tiempos sin rumbo”, subraya SPPME.
Según varias fuentes policiales consultadas por DIARIO DE NOTICIAS, Pachi Fernández dio directrices a los agentes que estaban sobre el terreno. “Es inadmisible que en materia de tráfico se esté bajo la orden de un director de área y que tengamos que esperar a que este señor de la orden para cerrar Pío XII con la avenida del Ejército. ¡Hasta dónde vamos a llegar!”, exclama SPPME.
Estas mismas fuentes señalan a Pachi Fernández como responsable del traslado de unas vallas a los fosos de la Ciudadela en previsión de que los farolillos cayeran en esa zona. Sin embargo, el viento sur hizo que los farolillos volaran hacia el norte de la ciudad y el dispositivo de seguridad echó en falta esas vallas para poder regular el tráfico en las zonas aledañas a la Ciudadela.
La “peor época” de la Policía Municipal
El malestar entre algunos agentes es de tal magnitud que SPPME asegura que el cuerpo “es un barco a la deriva, con un capitán –Luis Manuel Iribarren, jefe de la Policía Municipal– que creemos que es bueno, pero con lugartenientes que van cada uno a lo suyo”. Como consecuencia, “ahora mismo estamos viviendo la peor época que se ha conocido en Policía Municipal”.
Para revertir esta situación, el sindicato pide a sus mandos superiores, inspectores y comisarios que “se junten, hablen, lleguen a acuerdos y remen todos en la misma dirección que el jefe”, concluye el sindicato.
