Un grupo de participantes en el encierro de Pamplona han mostrado su malestar por la medida tomada por el equipo de gobierno del inicio de legislatura de colocar varios adoquines en recuerdo a las personas fallecidas a lo largo de la historia de la carrera ante los toros.

En un manifiesto, este grupo de corredores afirma que ha sido una medida "para nada consensuada, ni con los agentes que participamos en el evento, ni en el ámbito en el que se tratan este tipo de acciones (Mesa del Encierro), ni con muchas de las familias de las personas implicadas".

El encierro, destacan, "es un acto anónimo, donde participamos miles de personas de toda índole, en el que se entrelazan todo tipo de emociones que nos llevan desde la tradición hasta el más puro deporte de riesgo" y este tipo de medidas "generan justo lo contrario a lo que el encierro debería mantener".

En ese sentido, señalan que las personas que aman el encierro deben proteger este acto "de una manera natural", ya que su esencia "pasa por ser una experiencia de vida que nuestros antepasados nos mostraron cómo hacer, manteniendo nuestras costumbres con el respeto que se merece".

Este grupo de corredores resalta que la Federación de Peñas, en 2013, colocó un poste del encierro en recuerdo a los corredores fallecidos, pero desde el anonimato y sin dar "protagonismo" a esas personas que perdieron la vida.

Sin embargo, aseguran, otro tipo de medidas pedidas por mozos y mozas participantes del encierro, como la colocación de una placa en el muro de Santo Domingo con la letra del cántico en euskera y castellano "no han sido atendidas, ni en la pasada legislatura, ni en el inicio de esta".

Por ello, piden al nuevo equipo de gobierno que considere la retirada de esos adoquines del recorrido o su modificación, así como la activación de la Mesa del Encierro de manera inmediata para tratar diferentes temas que afectan al acto.