El pasado 6 de marzo se inauguró en Buztintxuri Snob Cocktail & Food, donde disfrutar de la coctelería y gastronomía en “un ambiente nada aburrido”.

Para los cocineros Jhon Arpi, Jhoel Jaramillo y Johan Valencia 2024 ha empezado con grandes dosis de ilusión y trabajo, a pesar de quedarse en paro a mediados de enero. El proyecto se estaba gestando y necesitaba profesionales dispuestos a emprender. De la simbiosis de ellos con una consultora pamplonesa y un grupo inversor, ha nacido Snob. 

Arpi lo tiene claro: “Hemos trabajado juntos, somos amigos desde hace muchos años y contamos con la experiencia necesaria en restauración. Cuando conocimos la propuesta, no nos lo pensamos dos veces. En Snob hemos podido plasmar nuestra creatividad y hacerlo nuestro. Se ha cuidado hasta el último detalle y confiamos al 100% en el éxito del proyecto”.

Por el momento han elegido limitar las reservas para dar un buen servicio, tal y como comenta Jhoel Jaramillo. “Es vital para nosotros hacerlo bien. Siempre tienes un periodo de aclimatarte al medio, queremos que cada cliente se sienta bien y quiera volver”, dice. El nombre escogido es toda una declaración de intenciones. “Buscamos ser una válvula de escape, hacer que el cliente se sienta especial, que, aunque sea por un momento, se sienta Snob” añade Johan Valencia. 

A las puertas del Snob Coctkail & Food de Buztintxuri. Oskar Montero

“Alimentamos la necesidad del ocio experimental, donde la comida es un complemento de la experiencia”, aseguran los tres. Para la puesta en puesta en escena grafittis, cocina vista, curiosos cuadros de animales humanizados y una barra transparente que deja ver la mesa coctelera. “Canalla, elegante y disruptivo”, describen sobre el ambiente. 

Cuentan con una extensa carta de vinos y cócteles, para una propuesta gastronómica que abarca platos como ostras frescas, gyozas de rabo de toro, tartar de vaca madurada, canelón de edulis y foie, manitas de cerdo en su jugo y parmentier o el postre japonés kakigori de fresa.

Detalle del interior del establecimiento. Oskar Montero