Pedro Pastor Arriazu (Pamplona, 1948) ha sido arquitecto durante el día y novelista a las noches. En 2011, tras dos años de trabajo, publicó A las 12 en el Iruña, un libro en el que narra cómo un pamplonés intenta ligar con una neoyorquina en San Fermín.

“Mi objetivo es convertirme en el escritor que más vende en España y hacerme famosísimo”, bromeaba por aquel entonces Pedro en una entrevista concedida a DIARIO DE NOTICIAS.

“El autor espera pasar a la historia de la literatura universal como uno de los contados escritores que, junto con Hemingway, han tenido la feliz idea de situar sus relatos en los Sanfermines”, se lee en la contraportada de A las 12 en el Iruña.

13 años después, Pedro aún conserva en su casa tres grandes cajas de cartón que contienen 480 de los 500 ejemplares que autoeditó. “No los promocioné porque siempre estaba muy ocupado en el estudio de arquitectura. Como nadie me conocía, solo vendí una veintena”, reconoce.

Los libros, defiende Pedro, “son dignos, están bien escritos y entretienen”. Por eso ha decidido donarlos a la ciudadanía. “Me da pena tirarlos a la basura y los regalo con la cabeza bien alta”, se reivindica. 

Pedro quiere que A las 12 en el Iruña esté en las estanterías y mesillas de noche de 480 pamploneses y pamplonesas, y para conseguir este objetivo no desecha ninguna idea: “Aún no sé cómo hacerlo. Le estoy dando vueltas”, asegura.

La feria del Día Internacional del Libro, que se celebra el martes 23 de abril en Carlos III, “puede ser una buena oportunidad. Podría poner un puesto y regalar los 480 ejemplares o entregárselos a una librería para que los reparta”, señala.

Tampoco descarta poner una mesa en su portal y entregar los libros. “Estoy pensando cuál es la mejor manera. Por supuesto, no habrá que pagar nada. Mi propósito es que la gente que quiera se lleve un ejemplar y se entretenga con la lectura. Me haría muy feliz que disfrutasen con la obra”, confiesa.

A lo largo de las 330 páginas, Pedro recrea el júbilo del Chupinazo, la emoción del encierro y el deseo de Saturnino Elizari de ligar con Shonda, una joven estadounidense a la que intenta seducir.

“Consigue quedar con ella en el Café Iruña a las doce del mediodía, pero Shonda no acude a la cita por distintas circunstancias”, explica.

Saturnino no se da por vencido y, cuando terminan los Sanfermines, viaja a Nueva York, donde reside Shonda. “No vamos a destripar el final porque si no nadie va a querer el libro”, comenta.

Compositor de canciones

Pedro se define como una persona “muy creativa”. De joven, empezó a componer música en su tiempo libre y, a la chita callando, ya cuenta con 700 temas propios.

Son canciones normales y corrientes, de las que se escuchan en la radio todos los días”, indica.

A Pedro le atrajo “muchísimo la parte literaria de la música” así que cambió las letras de las canciones por los versos de los poemas y la prosa de las novelas. “Me di cuenta de que mi papel de letrista me convertía en escritor”, recuerda.

Entonces se puso manos a la obra y en dos décadas escribió 11 novelas, pero solo tres salieron a la luz: Pasión de albañil, La treta del corsario y A las 12 en el Iruña.

“He pasado totalmente desapercibido en el mundo de la literatura, sin el más mínimo triunfo. Pero me he divertido mucho redactando mis novelas”, asegura.

Pedro se jubiló hace 10 años y abandonó la literatura “porque es una tarea ardua y costosa a la que hay que dedicar mucho tiempo. Me dio mucha pereza seguir escribiendo”, reconoce.

La decisión es firme, aunque el reparto de los 500 ejemplares de A las 12 en el Iruña sea un éxito y consiga su propia comunidad de fans.

No creo que haya duodécimo libro. He vuelto a la composición de canciones y me lo paso muy bien con mi música”, finaliza.