Juan Mari Gastaca es una de las firmas políticas del Grupo Noticias. Este analista subraya las discrepancias de Lastra con Cerdán, y la pérdida de influencia de la primera.

La dimisión de Lastra ha generado revuelo. ¿Cómo la ha visto?

–Creo que Adriana Lastra se ha adelantado a los grandes cambios que quería hacer Pedro Sánchez, que incluían su cese en el cargo. Se ha buscado una fórmula híbrida entre la situación personal de un embarazo difícil y la evidente pérdida de peso que venía teniendo con sus conocidos y frecuentes encontronazos con Santos Cerdán. Ella ha encontrado esta vía de escape, que es una salida relativamente digna, porque resulta que desde el punto de vista de la igualdad de la mujer parece una situación comprometida utilizar un embarazo complicado para perder su puesto de trabajo al que podría volver. Ella no va a hacerlo. La razón no es únicamente el embarazo, la razón de fondo es la pérdida de confianza por parte de Pedro Sánchez.

Lastra y Cerdán pertenecieron al núcleo duro que ayudó a Sánchez en las primarias. ¿Cerdán ha ganado la partida o el líder socialista se planteaba descabezar a ambos?

–La valoración que hace Pedro Sánchez sobre la fidelidad es hasta que no le es útil. Su filosofía es buscar el propio rédito a lo que él entiende como la hoja de ruta del partido.

¿Y con esta salvedad, cree que la posición de Cerdán ha quedado reforzada y su camino despejado?

–Él se ha hecho con los mandos de la sala de máquinas de Ferraz en un momento determinante como es la preparación de las futuras listas autonómicas y locales. Posiblemente Sánchez busque una persona con mayor proyección pública y deje a Santos el control absoluto de las listas. Ahora lo que necesita Sánchez es proyectar el perfil ideológico. No sería de extrañar que se ponga por encima a una figura de mayor imagen pública y perfil ideológico. Cerdán lo que le va a dar es la seguridad de que va a tener las riendas del partido en sus manos.

Sin perder el navarro la secretaría.

–Él mantendría la función que está cumpliendo y que le ha supuesto a Adriana Lastra perder su peso político y su influencia. El valor de Cerdán no lo va a perder ahora Sánchez a unos meses de preparar las listas. Lo puede mantener perfectamente dentro de la estructura controlando los hilos del partido.