El autogobierno foral se guarda en el Archivo Real y General de Navarra. En 1982, cuando se aprobó la ley de Amejoramiento del Fuero, la Diputación encargó un ejemplar de lujo con el único objetivo de entregárselo a quienes custodian parte del patrimonio documental más importante de esta tierra. Ahora, cuando se cumplen cuarenta años de la entrada en vigor del estatuto, el Archivo ha organizado una micromuestra en la que se exhiben algunos de los documentos y fotografías más importantes para entender cómo fue el proceso de integración política moderna de Navarra, con sus derechos históricos, en un país con una constitución recién aprobada y un incipiente mapa autonómico descentralizado.

Diego Val, técnico del Archivo, ha sido el encargado de seleccionar las piezas que se muestran hasta el 31 de agosto. “Una exposición documental cuenta con un hándicap: que los documentos se elaboran para leerse, no para exhibirse”, explica.

Los dos expositores muestran aquellos papeles que más pueden llamar la atención, bien por trascendencia o porque son vistosos. Hay fotografías de la aprobación definitiva del texto que se realizó en el Senado a finales de julio de 1982, cuando Navarra ya había firmado su parte.

Qué se exhibe

Hay actas de la comisión negociadora –muy criticada por los parlamentarios forales contrarios al Amejoramiento– que se encargó de pulir los detalles entre Navarra y el Estado.

Está la relación de nombres de la votación definitiva. También un telegrama de la Junta Electoral de Navarra a la Junta Electoral Central comunicando el resultado del referéndum constitucional del 78. “Y la guinda es el ejemplar de lujo del Amejoramiento que la Diputación encargó expresamente para que lo guardara el Archivo, que es el gran custodio de la memoria de Navarra y especialmente de sus instituciones forales”, zanja Val.

En corto

¿Dónde y cómo verla? La microexposición sobre los 40 años del Amejoramiento del Fuero se exhibe en uno de los pasillos que rodea el patio interior del Archivo Real y General de Navarra. Es el primer pasillo a mano izquierda. Se puede visitar todos los días de diez de la mañana a dos de la tarde y de cinco de la tarde a ocho. Estará montada hasta el 31 de agosto.

Los parlamentarios que dijeron “no” a la ley: “Es una traición a Navarra”

Uno de los mostradores exhibe dos documentos enfrentados. Es una lista de nombres. Son los parlamentarios forales que ratificaron el Amejoramiento el 15 de marzo de 1982. El resultado fue: 49 a favor; 5 noes; 16 ausencias, muchas de quienes creían que aquello era una “traición”. Y si el espacio de la muestra fuera ilimitado, seguro que también se recogerían algunos de los fragmentos más interesantes de un pleno frenético. 

Da igual que para entonces la ley estuviera más que debatida. Se estaba a punto de votar el armazón legal que marcaría la vida política navarra en democracia y quienes rechazaban el texto –por poco ambicioso, por hurtar a la ciudadanía la posibilidad de ratificarlo, por lo que fuera– se quedaron a gusto por última vez.

Tres parlamentarios intervinieron antes de la votación para oponerse: Carlos Clavería, del PNV; Mikel Sorauren, de Euskadiko Ezkerra; y Jesús Casajús, de Unión Navarra de Izquierdas, que se ausentó tras hablar. Los argumentos que usaron viven hoy en el discurso político. 

El "desgarro"

Clavería justificó su voto en contra porque iba a suponer la “desaparición” del Fuero, un “desgarro”. “Don Manuel de Irujo no lo votaría”, dijo. A su juicio, el Amejoramiento proponía un cambio sustancial. Hasta entonces, una comunidad foral como Navarra podía ejercer “todas las facultades y competencias que no se reserven al Estado”. “En cambio, en este proyecto Navarra ejercerá las competencias que se le reconocen, ni una más, lo que nos sitúa en el campo de las autonomías uniprovinciales (...) cediendo competencias que en ningún caso pueden considerarse inherentes a la unidad constitucional”. Nos suena. Es el germen de algunos problemas con la transferencia de competencias que vivimos hoy.

Sorauren señalaba otra de las deficiencias: no hubo referéndum. Lo hacía al estilo de los ochenta: “¿Por qué nos niegan este derecho? ¿Acaso nos consideran cortos mentales?”. La falta de participación, el despachismo y las críticas al cambiar todo para que nada cambie subyacen en su intervención. Hoy en día se cuestiona cómo las familias que mandaban en el franquismo lo hicieron también después, ya en democracia. “Este proyecto únicamente va a servir para que los grupos que hasta ahora han controlado Navarra la sigan dominando en el futuro. Nada más”.

Cerró Casajús. Dijo de la ley que es “la muerte definitiva de los últimos restos de nuestra soberanía foral”. “Navarra, por esta ley, es una comunidad más y punto; es un mal estatuto de autonomía hecho a medida de la derecha”, afirmó. Eso sí, añade algo nuevo: lamenta que el Amejoramiento “cierra la posibilidad de reunificación de Navarra con el resto de Euskadi”.