Navarra Suma, Geroa Bai y EH Bildu censuraron ayer la salida del Departamento de Salud del acuerdo de las mascarillas firmado entre Sodena, Albyn y la CEN. Los tres grupos consideran que la decisión de no participar, tomada en el último momento, dejó sin cobertura a Sodena para dar salida al excedente encargado por la patronal y que finalmente no adquirieron las empresas, dejando un stock de 1,7 millones de mascarillas almacenadas y perdidas cercanas a los dos millones en al empresa pública.

La portavoz de Navarra Suma Cristina Ibarrola consideró que “ha habido contradicciones” entre Salud y Desarrollo Económico y Sodena. “Ellos dicen que el riesgo aparece cuando Salud sale”, señaló Ibarrola que acusó a la consejera de “ocultar cosas”. Por parte de EH Bildu, Adolfo Araiz consideró que Salud “huye de lo esencial. “Si ustedes hubieran firmado el acuerdo ese stock se hubiera ido gastando. No nos creemos la versión que da Osasunbidea”, señaló Araiz.

Por parte de Geroa Bai, Mikel Asiain criticó que el Departamento quisiera dar marcha atrás en el último momento y que ahora trate de “construir un nuevo relato”.

Responsabilidades

Por su parte, tanto el PSN como Izquierda-Ezkerra defendieron la actuación de Salud y centraron la responsabilidad en Sodena. “No creo que sea lícito que, desde la constatación de este problema aún no resuelto, se trate de reconstruir políticamente toda la historia previa con un marco que creo que no se ajusta a la realidad”, se quejó la propia consejera, Santos Induráin, que lamentó que se quiera poner el foco en su departamento durante la pandemia las cosas se hicieron “de una manera bastante razonable y eficaz”. “Intentar buscar posibles contradicciones o cábalas sobre cuestiones procedimentales y formales de cuándo y en qué formato se comunicó o dejó de comunicar una cosa y otra; de si en un borrador había un texto u otro; de si tal día se hizo o dijo esto o aquello o si no se acredita con algo físico que se dijo o hizo, no creo que sea lo más relevante ni determinante en lo sucedido”, apuntó Induráin, que señaló que “empieza a resultar injusto para los gestores y responsables del departamento”. “Los datos avalan que fue una gestión acertada, pese a un escenario complejo y lleno de incertidumbres”, defendió Induráin.