Las últimas inversiones anunciadas en la industria navarra son demasiado importantes como para dejar que pasen desapercibidas. Más de 1.000 millones de Volkswagen para la transición al coche eléctrico, una nueva fábrica de mecheros en Aoiz, otra de reciclaje de palas en Cortes y varios proyectos para la producción de hidrógeno verde. Todo en apenas unas semanas y en medio de una coyuntura económica que pese a los malos augurios está mostrando fortaleza.

No ha llegado el cataclismo económico que había vaticinado la derecha. La recaudación tributaria y el empleo mantienen registros positivos, las empresas amplían beneficios y llegan nuevas inversiones a un sector clave para Navarra como la industria. La incertidumbre permanece, con la inflación y el alza de las hipotecas como amenaza principal, pero el tramo final de legislatura llega con buenas noticias bajo el brazo. “Y habrá más”, prevé tanto el PSN como Geroa Bai.

Los dos socios del Gobierno ponen en valor los últimos proyectos industriales anunciados en Navarra como garantía de empleo y de transición energética. Y llevan el debate al Parlamento en un intento de darle difusión. Tanto el PSN como Geroa Bai han presentado sendas preguntas para la sesión de control al Gobierno de este jueves. Los socialistas para que la presidenta, María Chivite, valore las “inversiones previstas para el desarrollo de nuevos proyectos empresariales”. Y la coalición de socialverdes y PNV para que el consejero de Desarrollo Económico, Mikel Irujo, explique “las gestiones realizadas” por su departamento en esta materia. En esto cada uno también barre para casa.

Ambos partidos en cualquier caso apuntan en la misma dirección. “Las nuevas inversiones que se están realizando por parte del Gobierno de Navarra y las nuevas que se van a ir anunciando en breve van a mejorar la situación industrial de Navarra y darán seguridad en el empleo a miles de trabajadores”, destacó ayer el portavoz socialista, Ramón Alzórriz.

El PSN vincula además estas apuestas industriales con el “momento de estabilidad” que vive Navarra y con la ausencia de confrontación “en cuestiones básicas para la ciudadanía”. Un contexto político que ofrece “un futuro esperanzador e ilusionante” y que se añade a la “fortaleza social que amplifica el Gobieron de Navarra en los derechos básicos”. “Se van cuadrando las cuestiones antes del final de la legislatura y se va cumpliendo con hechos lo prometido por este Gobierno en el acuerdo de legislatura”, señaló Alzórriz.

La lectura es satisfactoria también por parte de Geroa Bai, que avanza nuevas inversiones económicas para la industria navarra, que vincula con una apuesta por la transición energética “en la que se viene trabajando desde la pasada legislatura”. “La industria navarra está alineada con las políticas de transición energética de la Unión Europea, de la mano de los objetivos y las propuestas que trae la UE al conjunto de las regiones”, argumentó ayer Uxue Barkos, que justificó la pregunta de su grupo en la necesidad de que el consejero Irujo “comparta las acciones que se han llevado a cabo para llegar hasta aquí”.

Pero no todas las lecturas son tan positivas. Para UPN, estas inversiones son algo puntual que no ocultan el principal problema ciudadano, la pérdida de poder adquisitivo, mientras el Gobierno “no hace nada de nada”. “Sacan pecho de las inversiones con preguntas jabón para que en el Parlamento se hable de esto. Pero la realidad es que Navarra es la tercera región con mayor saldo negativo de empresas. Esa es la realidad”, argumentó Marta Álvarez, que aseguró que Navarra ya no es una comunidad “líder en empleo”. “Es un dato terrible que no se puede tapar con el anuncio de estas inversiones”, se quejó la parlamentaria de UPN.