Carlos Etchepare (Buenos Aires, 1957), periodista especializado en el sector agropecuario y orgulloso miembro de la diáspora vasca hoy residente en la capital navarra, es uno de los portavoces de una organización transversal en lo social y lo político que tiene como principio básico el respeto a todas las formas de celebrar (incluso de no hacerlo) el día de la nación vasca.

Aunque han cumplido cuatro años, hay quien no los conoce. ¿Qué es Euskal Herria Batera?

Somos un grupo de personas de origen vasco que surgimos en 2020 como una iniciativa ciudadana para ratificar nuestra adhesión a la nación vasca y hacerla extensiva a todos aquellos que participen de la idea de construir esa nación. Creemos que el Aberri Eguna nos brinda una oportunidad para convocar a todas y todos quienes compartan el compromiso de reafirmar esa nación deseada y, para ello, el esfuerzo en unidad es un paso fundamental. Por eso el conmemorar conjuntamente esta fecha es una señal de estar en el camino correcto.

Con la polarización y la lucha por la hegemonía del soberanismo, ¿no es una utopía pretender una celebración unitaria de Aberri Eguna?

Por el contrario. Celebrar un Aberri Eguna conjunto, aun en la diversidad de ideas, muestra que el objetivo común está por encima de las diferencias que pudo haber determinado el devenir histórico. Es un acto de madurez de un pueblo que logró superar situaciones difíciles y que ha demostrado que el objetivo superior es poder decidir su presente y su futuro, sin olvidar el pasado que ha permitido aprender de las experiencias vividas. En esa idea, hay símbolos y situaciones que están mas allá de las diferentes posiciones individuales que merecen y tienen el respeto de quienes integramos EHB. Es el momento de actuar con inteligencia y conciencia de nación y eso ha dejado de ser una utopía si nos atenemos a la evolución que hemos tenido.

En los actos que han convocado hasta ahora ha habido una representación política y social transversal. ¿Esperan lo mismo mañana en el teatro Campos de Bilbao?

Exactamente por eso mencionaba que ya no es una utopía llegar a celebrar un Aberri Eguna conjunto. La sociedad vasca ha ido evolucionando y en esa evolución ha ido adecuando la forma de sentir la nación. Por eso EHB considera que hay que renovar, adaptar y rejuvenecer, ampliando la adhesión a esa nación que todos los que nos sentimos vascos queremos. Hacemos un permanente llamamiento para lograr el objetivo y no dudo de que mañana en Bilbao lograremos demostrar una vez mas que no estamos equivocados en nuestra confianza en esa sociedad vasca y su dirigencia. Seguramente, el acto habrá de contar con la mayor y mejor representatividad.

Ya no es solo la división entre los dos grandes partidos. Si miramos hacia atrás, vemos que algunas formaciones que en una época participaron (como PSE y PSN) se han desvinculado totalmente. ¿Qué le parece?

Desde un principio, Batera decidió respetar las diferencias ideológicas y políticas. Nuestro objetivo excede el marco de éstas. Entendemos que cada nación tiene su día nacional y se conmemora en unidad y ese es nuestro objetivo. Las decisiones partidarias corresponden a ese ámbito y, por lo tanto, son responsabilidad de quienes integran esas agrupaciones y, en definitiva, es la voluntad popular la que finalmente encamina y decide si las decisiones allí tomadas han sido correctas.

Hay quien sostiene que Aberri Eguna es un residuo del pasado, que en un mundo globalizado no tiene sentido reivindicar las patrias o las naciones. ¿Qué les dice a esas personas?

Está claro que los acontecimientos recientes que ha vivido el mundo demuestran que por encima de la globalización existe un sentido de pertenencia. A lo largo de siglos, por diferentes razones los vascos hemos dado muestra de nuestra capacidad de integración y hoy podemos reafirmar frente a todas las naciones del mundo que también somos una nación y al igual que ellas celebramos nuestro día en unidad.

¿Es necesario actualizar el significado original de la celebración?

Tomemos al Aberri Eguna como el día de la nación vasca, mas allá de las cuestiones ideológicas vinculadas y/o originadas en el pasado. Es el momento de adaptarse a los tiempos en pos del objetivo común y es importante mostrar unidad en la diversidad, porque el objetivo común de lograr el respeto por la nación debe estar por encima de todo y todos. En esa unidad debemos convocar a todas las generaciones y para ello hacer el esfuerzo necesario para superar las diferencias que pudiese haber en el pasado. Los jóvenes son fundamentales para la renovación y continuidad, pero la experiencia de los mayores no puede desaprovecharse. El Aberri Eguna conjunto es una oportunidad de vincular ambas virtudes. Por eso nuestra conmemoración pretende involucrarlos a todos.

¿Cree que en el mundo hay personas dispuestas a escuchar el deseo de los vascos de convertirse en una nación?

Sin dudas. Los vascos tenemos el respeto del mundo. Allí donde han estado o están son reconocidos por sus características como vascos. Por lo tanto, el germen de la nación vasca siempre ha estado presente. Los vascos somos vascos en Euskal Herria y en cualquier parte; por eso decimos que lo que pretendemos es reafirmar nuestra existencia como nación en un mundo que ya nos conoce.

¿Cuál es el sentido de Aberri Eguna para la diáspora que usted tan bien conoce?

Las vicisitudes por las que ha atravesado el pueblo vasco han motivado que en la actualidad, la diáspora se encuentre diseminada en muchos sitios. En los cinco continentes hay vascos mas allá de su lugar de nacimiento. El excelente trabajo que han hecho las euskal etxeak distribuidas en los países ha permitido mantener las tradiciones y la cultura, difundir el idioma y conocer la historia. Para nosotros, como diáspora, ver una conmemoración en unidad y conjunta del Aberri Eguna es un anhelo porque demuestra que nuestros antepasados no se equivocaron en inculcarnos el respeto y el amor por este pueblo.

¿Qué le pide a la ciudadanía vasca de cara a este domingo?

Que entienda y valore la importancia de una convocatoria conjunta que permita mostrar al mundo la capacidad de unificar los deseos del pueblo vasco. Celebrar el día de la nación, el Aberri Eguna, debe estar por encima de las diferentes ideologías ya que la nación esta por sobre ellas. El respeto de esas diferencias es una necesidad para su debate, pero previo a eso debemos mostrarnos como nación frente al mundo y frente a nosotros mismos. Este día es una oportunidad para hacerlo y que los vascos a lo largo y ancho del mundo muestren su pertenencia exhibiendo los símbolos que permiten visibilizarla.