En lo que va de julio han fallecido por covid-19 en Navarra más de 60 personas. Son cifras altas provocadas por la elevada incidencia que hay actualmente entre las personas mayores, por encima de 1.000 casos por 100.000 habitantes. No obstante, a la mayor vulnerabilidad de las personas mayores hay que sumar otro factor presente en las últimas semanas en Navarra: las altas temperaturas. “La ola de calor también ha provocado que fallezcan más contagiados de coronavirus. Al final son dos factores que están detrás de los fallecimientos, especialmente entre personas mayores. Entonces la suma de ambos hace que aumente el riesgo”, explica Jesús Castilla, epidemiólogo del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN).

Solo por la última ola de calor, en la semana del 11 al 17 de julio fallecieron en Navarra 30 personas. Esa misma semana, hubo 20 decesos relacionados a la covid-19. No obstante, las altas temperaturas ante la delicada situación de muchos contagiados puede ser determinante. “Una deshidratación de una persona mayor que está pasando la covid-19 puede provocar una descompensación y que acabe falleciendo”, apunta Castilla, que añade que sin el calor quizá algunos de los contagiados que han fallecido no lo hubiesen hecho. De hecho, según expone, en varios de casos de los fallecidos estas semanas aparece como causa de la muerte la covid-19 y el calor.

Según el último informe epidemiológico de Salud Pública, en la semana del 11 al 17 de julio se notificaron 156 fallecimientos en Navarra, una cifra “excepcionalmente alta para esta época del año”. Ese exceso se debe a las 20 muertes que se registraron por coronavirus y a las cerca de 30 que podrían estar relacionadas con los efectos de la segunda ola de calor que afectó a la Comunidad Foral esa semana.

Las nuevas variantes

En lo relativo a las nuevas cepas, el epidemiólogo subraya que “no se asocian a una mayor gravedad de la enfermedad”. “Si que entre la gente joven estas nuevas variantes (Ómicron BA.4 y BA.5) están provocando bastantes síntomas: fiebre alta, dolor de cabeza, etc. Pero solo los primeros días, luego ya se mejora. Lo que si que no están provocando son cuadros de neumonía, que antes eran algo más frecuentes”, sostiene.

Jesús Castilla, especialista en medicina preventiva.

De cara al otoño, Castilla expone que el hecho de que haya circulación de coronavirus en verano “va a restar fuerza a la onda que llegue en otoño-invierno”. “La vacuna protege de formas graves, pero no evita el contagio. El haber pasado la enfermedad sí que sirve de protección ante una nueva infección, por lo que los contagios de ahora pueden servir a minimizar una próxima onda.”, destaca el epidemiólogo de Salud Pública.