El pasado jueves 9 de febrero tuvo lugar la inauguración oficial del nuevo bar-restaurante Torreón del Castillo. Un local que permite viajar al siglo XlV y degustar grandes platos tradicionales con toques modernos, en el mismo lugar y momento.
El espacio, situado en el número 18 de la Plaza del Castillo, lleva abierto unos meses pero ha sido en estas fechas cuando han decidido realizar la inauguración oficial y ofrecer la carta definitiva tras diversos cambios y pruebas, para que el cliente salga del establecimiento lo más satisfecho posible.
Durante el evento, los invitados pudieron probar los platos y pintxos que ya se ofrecen en el restaurante con recetas únicas como las zamburiñas a la plancha con salsa thai o el dumpling de gambas y kewpie. También cuentan con platos más tradicionales que nunca fallan como el plato de jamón ibérico con tostas y tumaca, el bacalao ajoarriero o la chistorra a la sidra.
El establecimiento ofrece un menú de fin de semana muy completo, una carta para el comedor o una de picoteo para degustar en la parte de arriba del local o en la amplia terraza.
Un local único lleno de historia
Además de la oferta gastronómica, Torreón del Castillo aúna historia y modernidad en un mismo lugar, que cuenta con doble acceso desde la Plaza del Castillo y desde la calle Travesía Espoz y Mina.
Sus grandes ventanales situados en la planta de calle ofrecen al comensal un espacio lleno de luz perfecto para relajarse en buena compañía. Allí está situada la zona de bar en la que también se puede disfrutar de una amplia terraza en la emblemática Plaza del Castillo.
En el piso de abajo se encuentra la zona del restaurante que se accede a él a través de unas escaleras. Es en este rincón donde el restaurante ofrece algo único porque es donde se ubica la parte del torreón del castillo que el rey Luis Hutín mandó construir en Pamplona en el siglo XlV.
Este hecho posiciona a El Torreón como el primero en toda Navarra en convertirse en un museo vivo y ser catalogado como Bien de Interés Cultural, además de pertenecer a la ruta cultural de la Comunidad.
Sin duda, este espacio se ha convertido en un lugar de visita obligada de Pamplona que destaca por contar con una decoración acorde a la importancia histórica del mismo. La combinación de la madera con el metal y el diseño minimalista da lugar a un entorno único en el que se pueden degustar los mejores platos con productos locales y de gran calidad.
