El auto judicial que envía a prisión provisional a Fenglin Yang, de 51 años, por matar a su socia y pareja, Zhen Jiang, de 47, el pasado sábado en el bar que regentaban en Ermitagaña refleja que la relación entre ellos se había iniciado apenas unos meses antes y que las discusiones e incluso amenazas por parte de él habían provocado que tanto la relación sentimental como profesional que mantenían estuviera a punto de romperse. El arrestado no ha querido declarar en el juzgado ni en la comisaría, pero de las declaraciones de los testigos, entre ellos familiares de la víctima, se ha podido saber que no existen datos concretos acerca del momento en el que se conocieron a través de la aplicación Wechat, fue en el mes de marzo o abril y fue en mayo cuando el acusado se habría trasladado a vivir al piso de ella donde convivieron juntos hasta el pasado jueves 29 de junio.

Según señalan algunos testigos eran frecuentes las discusiones entre ambos, con mucha tensión, aunque no hay constancia de que hubiera agresiones físicas, pero sí al parecer 8 de junio el acusado, como consecuencia de una de esas discusiones, acabó rompiendo el teléfono móvil de la víctima y se puso un cuchillo sobre su propio cuello en un gesto de amenaza.

El hermano de ella manifiesta en su declaración policial que Zhen Jiang, la víctima conocida como Eva, le había trasladado en una conversación el día 29 de junio el temor que sentía al escuchar al acusado afilar los cuchillos cada mañana y cómo este le había dicho que si tenía miedo dejara el negocio.

Consta que ese pasado 29 de junio de 2023 la mujer había comunicado al encausado su decisión de terminar la relación sentimental y la convivencia y mantener exclusivamente la relación laboral, llegando a pedir a sus hijos que no abrieran la puerta aunque timbrara. Una amiga de la fallecida declara que Eva le contó que iba a abrir un negocio con el procesado y que como acababa de empezar y todavía no iba bien, él se enfadaba. Otra testigo afirma que ambos eran pareja sentimental y ella le había relatado que debido a las pérdidas que tenían en el negocio, el acusado se ponía muy nervioso y gritaba mucho.

Uno de los hijos de la víctima relata las discusiones del encausado con su madre, y en concreto cómo tras una discusión muy acalorada el día 29 su madre le indicó que, al día siguiente, esto es, 30 de junio, iba a hablar con un abogado para iniciar los trámites de separación del negocio. Otro de los hijos declara cómo el acusado había enviado un mensaje en la aplicación Wechat diciendo que “no iba a permitir que una mujer de menor edad que él le fuera a mandar, que le trataba como si no supiese nada y no lo iba a permitir”. Este mismo testigo dice que el día 29 de junio notó a su madre especialmente nerviosa y alterada pidiendo que no abrieran la puerta al acusado. Igualmente afirman que cuando el procesado recogió sus cosas, su madre le recordó que cogiera las medicinas y él reaccionó diciendo “las medicinas para ti”, lo que en la cultura china significa una gran ofensa equivalente a que tome las medicinas y muera al tomarlas. Por ello, la jueza le imputa también un delito de maltrato habitual.