Zhen Jiang, más conocida como Eva, era una mujer de nacionalidad china y de 47 años que llevaba casi dos décadas en Pamplona, donde había trabajado a destajo para sacar adelante a sus cuatro hijos, tres chicas y un chico. Tres son mayores de edad, dos de ellos mellizos, y una niña que se encuentra en Secundaria. Eva también tenía al menos un hermano que reside en Navarra.

Se separó hace unos años de su marido y no desde hace mucho tiempo convivía con el arrestado, Yang Fenglin, que está acusado de su asesinato. La víctima solía recriminarle al acusado su escaso empeño en el trabajo y el hecho de que estuviera muy pendientes de otras circunstancias, como el teléfono móvil, que de sacar adelante la cocina del establecimiento, por lo que las discusiones solían ser habituales entre ellos.

Eva había regentado hace años el bar Cárcar, en el número 45 de la avenida Marcelo Celayeta del barrio de la Rochapea, que es ahora un establecimiento hostelero de otro tipo, y luego siguió más años vinculada a la hostelería como empleada en otro local del barrio situado en la calle Ochagavia y también regentado por un hostelero chino.

Desde hacía un mes regentaba el bar Anayak, con el hombre que la mató, de 51 años, que se ocupaba de la cocina debido a su escaso manejo del idioma. Eva era todo una luchadora, sonriente, activa, maja, trabajadora y de carácter, dicen quienes la conocieron en la Rochapea y Ermitagaña, barrio que solía frecuentar antes de ponerse al frente del Anayak puesto que tenía una gran amistad con otros hosteleros de origen chino que regentaron un bar cercano.