El Estado español se mantuvo como líder mundial en actividad de donación de órganos en 2022, cuando aportó uno de cada cuatro donantes fallecidos de la UE y el 5 % a nivel global, y fue el segundo en número de trasplantes realizados, solo superado por Estados Unidos.

Así lo confirma el último informe del Observatorio Mundial de Donación y Trasplante que desde hace 17 años gestiona la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) como centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cuyos datos se publican anualmente en la Newsletter Transplant del Consejo de Europa.

De acuerdo con sus últimos datos, actualizados a fecha de 23 de agosto con la información de 91 países, el año pasado se realizaron 157.540 trasplantes de órganos, de los que 102.090 fueron de riñón (un 39 % de los cuales de donante vivo), 37.482 de hígado (24 % de donante vivo), 8.988 de corazón, 6.784 de pulmón, 2.026 de páncreas y 170 de intestino.

Trasplantes que fueron posibles gracias a 41.793 donantes fallecidos, a los que se suman 48.676 donantes vivos (39.601 de riñón, 9.061 de hígado y 14 de pulmón).

De esta forma, la actividad mundial de trasplante creció un 9 % en un año, lo que refleja, valora la ONT en una nota, el importante esfuerzo realizado por muchos países para recuperar estos programas tras el impacto de la pandemia.

Sobresale especialmente el incremento del trasplante renal (10 %), particularmente el trasplante renal de donante vivo (13 %), seguido del trasplante hepático (8 %), cardiaco (7 %) y pulmonar (5 %).

En este contexto, y pese a representar el 11 % de la población europea y el 0,6 % de la mundial, el informe refleja que el 24 % de las donaciones de órganos de la UE y el 5 % de las globales procedían del Estado español.

Un total de 2.196 donantes fallecidos y 355 de donantes vivos permitieron realizar 5.385 trasplantes, de los que 3.404 fueron renales, 1.159 hepáticos, 311 cardíacos, 415 pulmonares, 92 de páncreas y 4 intestinales.

Con una tasa de 47 donantes por millón de población (p.m.p), el Estado español se mantiene como el país con mayor actividad de donación a nivel global, seguido de Estados Unidos, con 44,5 donantes p.m.p. en lo que respecta a la actividad trasplantadora.

Respecto a los trasplantes, el Estado español alcanzó una tasa de 115,3 p.m.p, cifra solo superada por la de Estados Unidos (130,7), donde el perfil del donante fallecido es más joven y con menor comorbilidad y hay además una importante actividad trasplantadora.

Lo cual está muy vinculado a las muertes por sobredosis de drogas en el contexto de una crisis socio-sanitaria que asola el país: mientras que en el los donantes fallecidos por esta causa son una excepción, en Estados Unidos representan el 17 %.

Asimismo, el Estado español fue líder en donación en asistolia o parada cardiaca, que solo se realiza en 23 países del mundo y que pasó de 8.545 de 2021 a 9.545, lo que supone un aumento del 12 %.

Tratándose del único país que realiza todo tipo de trasplantes con estas donaciones, el Estado español aportó la mitad de los donantes en asistolia del conjunto de la UE y el 10 % del mundo, con un total de 913 donantes en asistolia y una tasa de 19,6 p.m.p.

Mientras, la tasa de trasplantes de asistolia fue de 40,4 p.m.p, seguida muy de lejos por Bélgica, con 26,9.

A nivel de la UE, la actividad de donación subió un 7 % y la trasplantadora un 6 % gracias a la generosidad de 9.305 donantes, que eleva la tasa p.m.p a 20,6; se efectuaron así 27.952 trasplantes de órganos, lo que corresponde a una tasa de 62,8 p.m.p.

Sin embargo, en el territorio europeo murieron cada día 10 pacientes a la espera de un órgano.