Los cordones umbilicales salvan vidas. Las células madre que contiene la sangre de este tejido lo convierten en un aliado excepcional para pacientes que necesitan un trasplante de médula ósea. En el caso de Navarra, el año pasado se registraron 88 donaciones de sangre de cordón umbilical que propiciaron cinco trasplantes en diferentes partes del mundo.

Se trata de un procedimiento que se ejecuta en el momento del parto extrayendo la sangre del cordón que es rica en células madre sanguíneas –también llamadas hematopoyéticas–, que tienen la capacidad de renovar todas las células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). De esta manera, esa sangre sustraída sirve para realizar a posteriori trasplantes a pacientes con determinadas enfermedades congénitas o adquiridas de la médula ósea –como las leucemias o la aplasia medular– de cualquier parte del mundo.

La Comunidad Foral forma parte del programa Concordia, un plan cooperativo interterritorial para la donación de cordón umbilical en el que también están integrados Catalunya, Baleares, Aragón, Extremadura, Cantabria y el Principat d’Andorra. El Banc de Sang i Teixits (Banco de Sangre y Tejidos) de Barcelona es el centro de referencia y se encarga de la criopreservación de la sangre, del control de calidad, del almacenaje y de la distribución.

¿Qué son las células madre?

El cordón umbilical posee una gran cantidad de células madre –hematopoyéticas– que tienen la capacidad de renovar los componentes de la sangre y regenerar la médula ósea. Los adultos también tienen células madre, pero las del cordón umbilical son más inmaduras, lo que permite llevar a cabo trasplantes con menor compatibilidad y con un menor riesgo de enfermedad injerto contra huésped, que se produce cuando estas células atacan los tejidos sanos del paciente porque los consideran extraños.

Dentro de este programa, la Comunidad Foral “ocupa la segunda posición, detrás de Catalunya, tanto en número de donaciones como en número de trasplantes”, detalla, Arantxa Cemboráin, responsable del Área de Tejidos del Banco de Sangre y Tejidos de Navarra, que explica que aunque en 2023 se registraron 88 donaciones, la media anual suele estar por encima de las 100. Además, destaca, actualmente hay cerca de 1.000 unidades criopreservadas y desde que Navarra entró a formar parte de este programa en 2007, se han efectuado 164 trasplantes con sangre de cordón umbilical procedente de la Comunidad Foral.

De los cinco trasplantes realizados el año pasado de donante navarro, dos se efectuaron en Colombia, otros dos en Reino Unido y uno en Holanda. “Una vez que se dona sangre de un cordón umbilical se incluye en el REDMO (Registro Español de Donantes de Médula Ósea) y de ahí, a través del Registro Mundial, puede servir para un trasplante en cualquier parte del mundo”, explica Cemboráin. 

La extracción

Para que la sangre de un cordón umbilical pueda servir para un trasplante tiene que pasar por un exhaustivo proceso de calidad y tienen que darse una serie de condiciones para realizar la extracción en el parto. “No todos los cordones nos sirven porque necesitamos sangre con una alta celularidad, es decir, con una gran cantidad de células madre. Cuando la calidad del cordón no es suficiente se suele destinar a investigación, siempre bajo el consentimiento de la madre”, detalla la bióloga.

Para poder donar el cordón umbilical hay que contar sí o sí con el consentimiento por escrito de la madre, precedido por un proceso de reflexión. Una vez se tiene el permiso, el proceso es el siguiente: “Cuando el bebé nace se le pone piel con piel y se espera al menos 60 segundos, que es lo recomendable para que el bebé se beneficie de toda la sangre extra del cordón, y se procede a la extracción de sangre y se pasa a una bolsa siempre que el parto se haya dado sin interferencias y teniendo en cuenta que la prioridad es el bienestar del recién nacido”.

Esa bolsa se envía al laboratorio de hemoterapia donde se le realizan varios controles y se envía al banco de cordón del Banc de Sang i Teixits de Barcelona –dentro del programa Concordia–, donde se somete a análisis de calidad y se registra en el REDMO.