A pesar de que la primavera llega a Navarra este miércoles, el buen tiempo y el sol se adelantaron al fin de semana animando a la gente a salir a las calles del mercadillo de Landaben. Las buenas temperaturas son una excusa perfecta para dar una vuelta por el mercado, en especial para sus compradores habituales, como Andoni Pascual, de 29 años. “Les hago la compra a mis padres porque están mayores, y como no fallo un domingo estoy muy contento del buen tiempo, con el que se disfruta mucho más”, explicó.
Otra clienta asidua es Cristina Gutiérrez, de 49 años, quien acude “prácticamente todos los domingos y siempre a los mismos puestos de fruta, verdura y frutos secos”. Por su parte, Patxi Gómez, de 47 años, es fiel al mercado por “la calidad de la fruta y la verdura, que te dura toda la semana”, y puso en valor la cercanía de la atención. “Es un trato mucho más personal que en supermercados. Te indican qué está mejor y te hacen recomendaciones”, subrayó.
Esa cercanía y buen ambiente hace que sea un plan para todas la edades, como contó Rebeca Lujea, de 46 años, que acudió con su sobrino Izan, de 5 años. “Yo aprovecho para comprar embutidos y queso y él para mirar los puestos de juguetes a ver si cae algo. Luego nos vamos a por un frito y pasamos la mañana muy a gusto”, contó.
Productos de temporada
Este buen tiempo que acompaña a la primavera también anima a los tenderos de los puestos de Landaben, quienes recibieron con alegría el aumento del “jaleo”. Entre ellos se encontraba Mariví Prado, quien trae su verdura de Calahorra y Azagra. “Está más animado porque hace buen día. Es que llevábamos cinco domingos seguidos con muy mal tiempo y mucho frío, aquellos días que se salió el río, y eso se nota en el mercado”.
Pero en estos mercadillos es importante que haya un término medio en cuanto al clima, como explicó Miguel Ángel Sádaba, de Flores Amaia en Cárcar. A tenderos como él tampoco les beneficia un tiempo “demasiado bueno”, ya que los clientes “se van a pasar el día a Donosti o al monte y tenemos menos jaleo”. De forma que el domingo, con un “día bueno pero nublado”, los compradores de Landaben pudieron aprovechar para empezar a llenar la despensa con los primeros productos de la nueva temporada, la primavera. En el caso de Sádaba destacaron flores como los geranios, las petunias, las alegrías o las begoñas y, para la verdura de Prado, borraja, acelga y puerros. Mientras, entre las frutas de Demetrio Soria triunfaron las naranjas, mandarinas, fresas y ya empezaron con el espárrago y la alcachofa.
Sin embargo, la entrada de la nueva estación también implica la despedida de todos esos productos que nos han acompañado durante el invierno, como son los cítricos, entre los que no fallan naranjas y mandarinas, acompañadas de limones y pomelos. En el puesto Didarina, Nerea Esquíroz añadió que con el fin de su temporada, en abril, “se nota que la mandarina ya va bajando un poco de calidad, y la naranja también, pero siguen estando ricas”. Una situación similar se repite en el puesto de dulces y encurtidos de Imanol Alfaro, de Olite, quien reconoció que con el aumento de las temperaturas cada vez se vuelve más difícil mantener en buen estado los postres con chocolate. Para compensar, destacó que el buen tiempo impulsa la venta de encurtidos, en especial para esas personas que los disfrutan mientras dan un paseo entre los puestos del mercadillo de Landaben.
