La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra ha confirmado una condena de 15 meses de prisión a un hombre por un delito de acoso después de que siguiera a todas partes a su exmujer, le sacara fotografías a escondidas en lugares públicos y merodeara con su coche por su vivienda en actitud vigilante. El tribunal ratifica ahora la sentencia del Juzgado de lo Penal número 5, que el encausado había recurrido sin éxito para que se le absolviera.

La sentencia también le impone tres años de alejamiento y de prohibición de comunicación con la víctima. Además, el acusado depositó en el buzón de un amigo de su expareja un USB que contenía distintas grabaciones íntimas del procesado con su exmujer. Sin embargo, este es absuelto del delito de revelación de secretos que se le imputaba inicialmente porque dichos vídeos estaban al alcance de la mirada de terceros en una plataforma de internet en la que en su día ambos colgaban dichas imágenes para obtener una contraprestación.

Por teléfono, en la vía pública y en casa

La resolución expone que el acusado estuvo casado con la víctima hasta finales del año 2020 en el que se separaron. Desde que finalizó la relación, el procesado ha estado enviando multitud de whatsapps a su exmujer insistiendo en retomar la relación, pese a que esta le expresó reiteradamente que no quería ni continuar la relación ni hablar con él, teniendo finalmente que bloquearle las llamadas.

Igualmente, con la finalidad de controlar los movimientos y pautas cotidianas de la víctima, merodeaba por el domicilio de ella en Pamplona, donde fue visto por una vecina unas tres veces en dos semanas con actitud vigilante. Igualmente se acercó allí el día del cumpleaños de ella, y fue visto por su madre pasando con un coche. Con la misma finalidad, según los hechos probados de la sentencia, de control, vigilancia y persecución de la víctima, en junio de 2021 sacó una fotografía a su exmujer cuando la misma se encontraba en una cafetería en compañía de un amigo. Dicha imagen se la mandó a la madre de la víctima desde un teléfono desconocido y acompañó la fotografía con un texto que decía “las sorpresas que se lleva uno en Pamplona, que gracias a Dios es un pueblo”.

El acusado también depositó en fechas próximas al 22 de julio de 2021 un sobre en el buzón del amigo de la víctima. En el interior había un USB que a su vez contenía varios vídeos en los que la víctima junto al acusado aparecían manteniendo relaciones sexuales que habían sido previamente publicadas en una página web. Lo hizo, reza la sentencia, con la única finalidad de causar inquietud y desasosiego a la mujer y menoscabar su libertad y sentimiento de seguridad.

Además, la resolución añade que ha resultado probado que como consecuencia del proceder del acusado, su exmujer ha vivido con miedo y angustia que le afectó gravemente a los hábitos de su vida cotidiana, teniendo que salir y volver a casa acompañada por alguien, ha preferido aparcar su coche en la calle para no tener que bajar al garaje ante el miedo que le daba encontrarse con el acusado. Por igual motivo se mudó unos días en casa de su madre y, ante la sensación de atosigamiento, acabó cambiando su número de teléfono.