Enorme victoria de Mohoric en la tercera semana del Tour. El tercer triunfo del Bahrain. Sobresaliente su Tour. El hecho de que en la víspera la victoria saliera de la fuga demostró que a estas alturas del Tour ningún equipo es capaz de controlar la carrera. Hay mucha fatiga. Alpecin ha logrado cuatro triunfos con Philipsen al esprint y salvo Pedersen, no tenía rival. El danés solo pudo batirle en una llegada exigente. Pero el Alpecin no tiene la fuerza de antes. Hemos asistido a una clásica. Se ha volado. Una etapa disputada a mil por hora. Ha costado muchísimo hacerse la fuga. Se ve lo que cuesta ganar en el Tour. Es algo de lo que uno es consciente cuando pasan los años. Sólo hay que ver la reacción de Mohoric tras su fantástico triunfo.

Además del aspecto emocional, de tener a Gino Mäder en su recuerdo, es evidente que se ha liberado. Es complicadísimo ganar. El hecho de estar tres semanas sufriendo como un perro y poder vencer está al alcance de muy pocos. a mejor carrera del mundo. Ha ganado etapas en el Tour, en el Giro y una Milán-San Remo. Las lágrimas delatan la dificultad de obtener una victoria aquí. Por otro lado, es curioso que haya equipos que en fugas en las que entran 45 corredores no hayan sido capaces de meter a un sólo representante. Hay equipos WorldTour a los que apenas se les ha visto. Lo mismo sucede con corredores que han apostado a una buena general. Además, tampoco han estado en la lucha por ganar una etapa. No digo ganarla, al menos, disputarla. José Miguel Echávarri, el mítico director del Reynolds, solía decir que a la Vuelta vas a tratar de aprobar lo que has suspendido en el Tour. Este año viene ni que pintada esa frase para resumir la actuación de varios equipos y corredores. Tienen que reflexionar.

El autor es director deportivo del equipo Grupo Eulen-Nuuk.