Si estás en busca de nuevas actividades para disfrutar durante estas vacaciones de Semana Santa sin la necesidad de recorrer largas distancias, la Comunidad Foral de Navarra se presenta como una excelente alternativa. Hoy exploramos tres nuevos destinos, que satisfarán a los amantes de la tranquilidad, la naturaleza pero también el bullicio urbano. ¿Los conoces?

Riqueza natural en el Bosque de Orgi

El Bosque de Orgi, que se extiende al sur del Valle de Ultzama, a 25 km de Pamplona, es un destino fascinante. Con una dimensión de más de 80 hectáreas, este bosque milenario es el único testigo de los robledales húmedos de Navarra; se trata de bosques muy escasos y poseedores de gran interés ecológico.

El Bosque de Orgi, un gran lugar para abrazar a la naturaleza. Patxi Cascante

Tras siglos de explotación, el Bosque de Orgi experimenta actualmente un proceso de regeneración natural y su biodiversidad, con una amplia variedad de especies vegetales y animales autóctonos.

El bosque está organizado en tres zonas: a la de acogida se le denomina Arigartzeta, la de los paseos es Tomaszelaieta y también existe la zona de conservación de Muñagorri, a la que no puede acceder el público por encontrarse en proceso de regeneración natural. Además, en los alrededores se encuentran pueblos como Lizaso y Lekunberri, donde se pueden descubrir tradiciones locales y degustar la deliciosa gastronomía navarra. 

Arguedas, joya de la Ribera Navarra 

Arguedas celebra una costumbre ancestral; el Día de la Trashumancia. DNN

Arguedas, una pequeña localidad en la Ribera Navarra, acoge con hospitalidad a quienes desean explorar y deleitarse en el Parque Natural de las Bardenas Reales, el fascinante desierto de Navarra. Un buen punto de partida para disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo y el ciclismo estas vacaciones.

Los grandes tesoros de Pamplona

Para alguien que no haya estado nunca en Pamplona, adentrarse en su casco antiguo tiene algo de déjà vu; imposible no evocar el recorrido que hacen los toros durante los Sanfermines que cada julio se ven en televisión y sorprenderse ante la famosa curva de Estafeta. Dentro del núcleo amurallado, se alzan la majestuosa Catedral de Santa María, con su torre campanario, y las históricas iglesias de San Saturnino y San Nicolás, que antiguamente sirvieron para defender la ciudad. 

El famoso núcleo de Pamplona. Pixabay

Las tiendas y la oferta hostelera son otro reclamo de este destino con solera. Deliciosos pintxos y platos típicos de la región, como la txistorra, los pimientos del piquillo rellenos o el cordero asado, aguardan en cada barra y cocina. Las procesiones y eventos religiosos que se llevan a cabo durante la Semana Santa en Pamplona ofrecen, además, una experiencia cultural única.

Imagen del Parque de la Taconera. Javier Bergasa

Otro de los alicientes que enamoran de la capital navarra es pasear tranquilamente por el Parque de la Taconera, un pulmón verde lleno de árboles y pequeños animales (ardillas, ciervos, patos, pavos…) desde el que es posible contemplar las vistas desde el Mirador del Caballo Blanco. Pamplona reúne todos los ingredientes para disfrutar de las vacaciones de Semana Santa: historia, gastronomía, paisajes hermosos y rincones acogedores para explorar.