Pamplona - Navarra invertirá en el presupuesto público de este año 4.010 millones, lo que supone 552 millones más que en 2015, el último de la etapa de UPN marcada por los recortes iniciados en 2011, y que poco a poco se han ido revirtiendo los últimos años. En total, el gasto público se ha incrementado un 20,6% los últimos cuatro años. Y de esos 552 millones, 381 millones (el 69%) han ido para reforzar las áreas de mayor calado social, como son Salud, Educación y Derechos Sociales. Si tenemos en cuenta también las partidas destinadas a Desarrollo Rural y Administración Local, que ha aumentado en otros 98 millones, suponen el 88% del total de la inversión.

Es el resumen global de una legislatura con muchos matices, pero que da una pista de por dónde han ido las prioridades en la presente legislatura. Centrada sobre todo en la reversión de los recortes y en la lucha contra la pobreza. Ámbitos en los que los distintos departamentos han hecho un esfuerzo importante, aunque no en todos ellos se ha podido alcanzar la situación previa a la crisis.

La política de inversión pública ha estado guiada siempre por el acuerdo programático firmado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra al inicio de la legislatura. Era julio de 2015, con los datos del paro superando el 14% de la población, con altas cotas de exclusión y pobreza que el cuatripartito consideró urgente acometer en un contexto en el que había muchos parados a los que se les había acabado la prestación por desempleo, y que llevaron a la creación de una vicepresidencia social que en estos cuatro años ha visto incrementado su presupuesto en un 34%.

De hecho, sin tener en cuenta las partidas destinadas a la promoción de vivienda o políticas activas de empleo, cuya mejora ha sido más moderada, la inversión del departamento de Miguel Laparra ha crecido un 50% en cuatro años. Mejorando su presupuesto en 116,3 millones anuales, lo que ha permitido aumentar en un 42,5% las familias con derecho a percibir la renta garantizada (un 30% más de menores), duplicar los dependientes atendidos, complementar las pensiones mínimas o, ya, como novedad en este año, ayudas de hasta 250 euros a jóvenes para el alquiler.

También ha sido destacado el incremento en Educación, que cuenta con un presupuesto de 111,2 millones superior al de 2015, casi un 20% más. Motivado sobre todo por la apuesta por la contratación de más profesores, que han visto además mejoradas ligeramente sus retribuciones y sus condiciones laborales. De hecho, a partir de este 2019 está prevista la reducción de las horas de docencia, que se une a la revisión de los ratios por aula. También se ha triplicado el gasto en infraestructuras educativas (de 7 a 21 millones), lo que ha supuesto la mejora o construcción de centros en primaria y secundaria.

Algo similar ha ocurrido en Salud, donde el presupuesto se ha incrementado en menor porcentaje, un 16,5% respecto a 2015, aunque dado su volumen suponen 153,8 millones más al año, superando así los 1.000 millones de presupuesto. Al igual que en Educación, buena parte ha sido para mejorar las retribuciones y las condiciones de la plantilla, que también se va a ver beneficiada del incremento de categoría de los auxiliares administrativos.

En el otro lado de la balanza están otras partidas menos prioritarias para el Ejecutivo foral, que quedan pendientes para la próxima legislatura. Cuestiones como la conservación de carreteras, infraestructuras públicas no prioritarias o diversas subvenciones y ayudas a colectivos y entidades locales que, si bien han mejorado su financiación, no lo han hecho en la medida en que esperaban sus principales beneficiarios.