PAMPLONA. Medio millar de personas han resultado beneficiarias del proyecto ERSISI 'Refuerzo del Derecho a la Inclusión Social a través de la Integración de Servicios', en las áreas piloto de Tudela y la Sakana.

Así lo ha indicado el director general del Observatorio de la Realidad Social, de Planificación y Evaluación de las Políticas Sociales, Luis Campos, quien ha presentado las conclusiones del proyecto, en el marco de un seminario para la difusión de buenas prácticas del Programa Europeo de Empleo e Innovación Social (EaSI) de la UE, entre el que se encuentra el proyecto navarro.

Así, entre los resultados expuestos destacan "la satisfacción con la atención recibida de las personas usuarias, su alta motivación y participación en acciones de activación para el empleo, así como el aumento de la empleabilidad de las mismas". También se ha incidido en las perspectivas de continuidad y réplica del modelo de atención, una vez finalizado el proyecto, en el marco de la normativas y los planes existentes en esta materia.

Junto a Luis Campos, ha participado en el seminario la coordinadora del proyecto, Loli Gutiérrez, y el investigador de la UPNA, miembro del equipo evaluador del proyecto, Laureano Martínez.

El proyecto navarro ERSISI ha promovido un modelo de atención de las personas vulnerables desempleadas, basado en el trabajo conjunto de los servicios sociales y las agencias de empleo, para apoyar el ejercicio del derecho a la inclusión social y la incorporación sociolaboral. Para ello, ha desarrollado herramientas diagnósticas que permiten segmentar los perfiles-diana y planificar una intervención integrada entre los dos servicios, explica en un comunicado el Gobierno de Navarra.

Este proyecto fue seleccionado por la Comisión Europea en 2016 para su financiación (de la que el organismo europeo aporta cerca del 75%). Al lado de su principal promotor, el Departamento de Derechos Sociales, otros socios clave han sido: el Servicio Navarro de Empleo, el Ayuntamiento de Tudela, la Mancomunidad de Servicios Sociales de Base de Alsasua, Olazagutía, Ziordia y la Universidad Pública de Navarra. Esta última ha sido la encargada de realizar una evaluación de impacto que se está utilizando para planificar la extensión del modelo de atención a otras localidades de la Comunidad foral.