- La localidad culminó ayer el Parque de la Mujer, el primer parque memorial de la Mujer en Navarra, con el descubrimiento de la escultura Mujeres y Libros, una obra que pretende reconocer a todas las escritoras y creativas navarras entregadas al conocimiento y a su divulgación. Durante algo más de una hora, decenas de vecinos participaron en este acto que impulsaron las asociaciones memorialistas Mujeres con Memoria y Maravillas Lamberto.

Allí estuvieron la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, el alcalde Juan Carlos Castillo, representantes de asociaciones memorialistas e incluso el impulsor de este parque y autor de La Hermandad, la obra que lo preside, Joxe Ulibarrena.

La escultura, un libro en tono anaranjado que reposa sobre una gran piedra, se suma a Mujeres víctimas y resistentes (en honor a las mujeres, vejadas y humilladas que sacaron adelante a sus familias), y a Ama (en recuerdo de las madres de sangre y adopción, las luchadoras, cuidadoras, las valientes y las comprometidas).

Josefina Campos, presidenta de Mujeres con Memoria, agradeció la implicación de Ramón Urtasun, artífice de esta escultura, y también destacó, entre otras personas y asociaciones que han trabajado de forma desinteresada, a Jesús Nieto y Patxi Elrío, que esculpieron en la piedra, y a los encofradores Javier y David Baztán.

Por su parte, Castillo alegó que "debemos hacer una reflexión y caminar, cada día más, hacia la igualdad. Ojalá que este parque sea un empujón hacia esa senda; que hoy este parque sea un homenaje a la mujer, un homenaje histórico y un homenaje a parte de la sociedad a la que tanto le debemos y tanto, tanto, tanto le tenemos que agradecer".

La consejera también intervino brevemente y aseguró que "este parque es único en Navarra; homenajea a mujeres intelectuales, creativas, pero también a esa mujer víctima, resistente y madre. Seguiremos impulsando nuevas actuaciones que visibilicen la memoria de quienes fueron perseguidos por los golpistas de 1936 y en especial la de todas aquellas mujeres que padecieron su violencia, vieron perder los avances que se habían dado pero fueron capaces de seguir luchando por sus familias, pero también por sus valores".

En el acto se leyeron hasta seis poemas (uno de ellos, de Isabel Hualde, va grabado en un libro metálico que está integrado en la obra escultórica), hubo danzas con una fanfarre y un aurresku que bailó Arantza Hernández.

Las mujeres recibieron flores lilas y los allí presentes disfrutaron de un aperitivo en las piscinas.