- Son personas cruelmente representadas en números, en cifras desorbitadas, apabullantes, que cansa hasta digerirlas, pero seres cercanos, vecinos, padres, madres, abuelos y abuelas, amigos, compañías, gente que se va y que representada en estadística parece que se hubieran ido sin más. Están ahí, merecen su historia, seguro, porque quizás este maldito bicho les ha descontado días demasiado pronto. En los datos oficiales que ofrece el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea aparece que en los últimos 15 días, entre el miércoles 25 de marzo y el pasado miércoles 8 de abril, murieron como casos confirmados de haber contraído COVID-19 un total de 181 personas. Pero detrás de esos números, hay otros igual de gordos que posiblemente han fallecido por la misma causa, aunque en los registros oficiales no consten por no habérseles practicado los test correspondientes.

Las cifras más fiables de mortandad las ofrece el Registro Civil de Pamplona, que ha computado entre dichas fechas hasta 353 inscripciones de fallecimientos. Conviene recordar el dato mencionado hace unas líneas: 181 fallecidos por coronavirus en todo Navarra se sumaron en esos días. Por tanto, la media diaria de defunciones solo en la capital navarra (no se ofrecen los datos de los juzgados de paz, pero Pamplona inscribe a más del 80% del total de Navarra) alcanza las 23,5 defunciones. En una semana habitual se produce una media diaria de fallecimientos en la capital de entre 8 y 9 defunciones. De hecho, entre el 1 y el 8 de abril de este año se han tramitado 176 inscripciones de fallecimientos. Resulta una media de 22 defunciones diarias. En las mismas fechas del año 2018 hubo que lamentar 76 defunciones (9,5 de media diaria) y el pasado año 2019 se realizaron un total de 72 inscripciones de fallecidos (a una media diaria de 9). Los números del registro evidencian que los datos de defunciones se han más que duplicado. Ello viene a disparar una tendencia ya observada en el cierre del mes de marzo, cuando se habían contabilizado 449 defunciones, 189 más que el mismo mes del año pasado (fueron 260 en 2019).

En cuanto al desglose de estos datos, cabe señalar que 297 decesos se produjeron en el hospital, en 103 casos la persona falleció en residencia, y en 60 en la vivienda habitual. El pasado festivo Viernes Santo, hasta seis funcionarias trabajaban en la oficina registral de Pamplona expidiendo licencias de enterramiento o incineración y practicando las inscripciones. El índice de sobrecarga de trabajo de estas sedes está siendo afrontado de manera ejemplar y con una agilidad incuestionable.