Los 130 positivos de covid-19 detectados este martes en Navarra son la cifra más alta registrada desde el 26 de noviembre, lo que, según el vicepresidente del Gobierno, Javier Remírez, avala la estrategia "preventiva" que ha llevado a suprimir las flexibilizaciones previstas para estos días.

A día de hoy, ha apuntado, no se plantean medidas más restrictivas, pero ha advertido que la situación es de un "frágil equilibrio" y aunque el deseo del Gobierno es "no ir más allá en las restricciones, dependerá de la evolución".

Esos positivos representan el 7,4 % de las pruebas realizadas en la jornada de ayer, un total de 1.751, y suponen la tasa de positividad más alta desde el 6 de diciembre.

Estos datos han sido facilitados tras la sesión del Gobierno navarro por el vicepresidente primero y portavoz, quien ha sostenido que estas cifras "avalan la estrategia preventiva, prudente del Gobierno" y su "preocupación" y "prioridad" por mantener la salud pública.

En este sentido ha recordado que no está en vigor la "ventana de excepcionalidad" que inicialmente, y al igual que con motivo de la Nochebuena y la Navidad, se había previsto en torno a los días de Nochevieja y Año Nuevo.

Por lo tanto, ha remarcado, continúan en vigor el cierre perimetral de la Comunidad Foral, la limitación de la movilidad nocturna, con el toque de queda a las 23:00 horas y no a las 1:30 como se había previsto, y permanecen las restricciones de las reuniones a un máximo de seis personas, en lugar de diez, de dos unidades familiares como máximo.

Remírez ha asegurado que entienden que estas decisiones "pueden generar contratiempos" pero, ha insistido, la "prioridad es preservar la salud pública y a ser posible anticiparse" a la evolución de la pandemia.

Tras valorar que en estos momentos Navarra está por debajo de la media nacional en cuanto a incidencia acumulada, ha precisado que "no se puede sacar pecho en exceso con una incidencia acumulada en catorce días de 190 casos".

Con esas cifras y con lo que está sucediendo en otras regiones es preciso "no relajarse", ha insistido Remírez, quien ha señalado que desde el primer momento su objetivo ha sido trabajar para mantener el "máximo grado de actividad social y económica pero por encima de todo la salud pública".

El vicepresidente, quien ha recordado que en todo momento habían apuntado que en función de la evolución de la pandemia se podían adoptar nuevas medidas, ha considerado positiva la política preventiva que, a su juicio, es "comprendida por la inmensa mayoría de la población, entendiendo los trastornos que puedan sufrir algunos ciudadanos por esta medida".

"No es algo caprichoso", ha aseverado al respecto. "No se trata de fastidiar a nadie sino de preservar la salud para llega cuanto antes a un escenario de mayor seguridad", ha agregado.

En esa línea ha recordado que enero y febrero son los meses con más riesgos de infecciones respiratorias, aunque este año, al margen de la covid, hay menos que otros años, pero es preciso "preservar la atención asistencial"

Además, ha sostenido que hay que preservar el proceso de vacunación que se ha puesto en marcha y que necesita "el mayor número de recursos posible", así como que es preciso que la afección sea la menor posible al resto de actuaciones del sistema sanitario.