- Una vecina de Cáseda que vive muy cerca del lugar donde ocurrió el triple crimen de la localidad en septiembre de 2018 declaró ayer, en la tercera sesión del juicio, que observó desde su domicilio parte de la escena, no se atrevió a asegurar quien había disparado la escopeta, aunque creía que era "el hombre mayor" y afirmó haber escuchado que en el grupo de los acusados alguno de ellos pronunció las palabras "saca, saca", o "pasa, pásame. Algo así dijeron y luego se oyeron los disparos", con lo que vino a sostener la versión de Julio, hijo y hermano de las víctimas, que afirmó que el padre empuñó el arma después de arrebatársela a su hijo pequeño, Emilio, que había salido del coche cargado con ella. La vecina entendió que dicha expresión procedía del grupo de los acusados porque estaban junto al coche, de frente y mirándose.

Esta mujer, que declaró ayer como testigo protegida y la voz distorsionada, no escuchó sin embargo que nadie incitara o animara a su padre a disparar. Julio había manifestado el día anterior que el hijo mayor acusado, Juan Carlos, le había dicho a su padre dispara, dispara, cuando empuñaba la escopeta.

La mujer, que justo al inicio de la discusión entre las dos familias, llegaba en coche a su casa, señaló que las dos familias tuvieron que apartarse de mitad de la calle para que pudiera atravesarla con el vehículo. Dijo que, en ese momento, estaban los tres acusados fuera del vehículo (Julio asegura que Emilio estuvo dentro del coche hasta que salió con el arma).

La testigo accedió después a su domicilio y siguió escuchando la bronca. Primero escuchó que el padre de Amparo le decía a Julio, "no se le pega a ella" y a su vez observó que el hijo pequeño asesinado, Cristian, había cogido una vara y que su padre, Fermín, también fallecido, le decía: "Con eso, no". La mujer se puso a tender la ropa y observó a la hija de los acusados, Amparo, con su niña pequeña, debajo de su ventana muy alterada. A esta, antes de que sucedieran los disparos, le escuchó gritar "no papá, eso no". Entonces, la vecina le ofreció su ayuda porque "pensé que le pasaba algo a la niña", para añadir que igualmente oyó decir a un miembro de la familia de la mujer una expresión como "saca" o "pásame".

La testigo relató que no escuchó decir nada más ya que habló con la mujer para preguntarle si quería que le cogiera a la niña y que entonces oyó un disparo y "cayó" Fermín -el padre de la familia de las víctimas-. "Enseguida, el hermano pequeño -Cristian- y luego el otro hermano -José Antonio-", detalló, para añadir que escuchó tres disparos y entró "corriendo" en su casa. Añadió que no está seguro de quién disparaba, "pienso que puede ser una persona mayor, pero no sé quien disparó".

18.53 horas. La Policía Foral recibe aviso del tiroteo de Cáseda. Lo recibe en directo al oírse los disparos mientras un vecino llama al 112.

19.08 horas. Una patrulla de la comisaría de Policía Foral en Tafalla intercepta al vehículo de los acusados, tras huir, en en el kilómetro 47,9 de la NA-132, en el término municipal de San Martín de Unx después de 4 kilómetros de persecución.

A Amparo le llevó un conocido y no fue en un taxi, como declaró de inicio. También prestó declaración el hombre que llevó a la mujer el día que ocurrieron los hechos desde Muniáin de la Solana a Cáseda para retomar la relación con su marido. Le llevó en coche porque se lo pidió su mujer, conocida de ella. "La recogí en Muniáin de la Solana y la dejé en el pueblo de Cáseda en torno a mediodía", dijo, para señalar que le dijo que quería estar con su marido.

- Los agentes de la Policía Foral que interceptaron a los acusados del crimen de Cáseda manifestaron que, cuando los presuntos autores detectaron su presencia, intentaron huir y comenzó una persecución de cuatro kilómetros hasta que, al ver que no podían escapar, frenaron y se entregaron. Se cruzaron con el Seat Toledo blanco de los procesados en el alto de Lerga y, al ir en contrasentido, los agentes dieron la vuelta y en ese momento "ellos aceleraron" e "intentaron escapar" y, de hecho, en una zona de curvas les perdieron de vista. La persecución continuó por una travesía de San Martín de Unx hasta la carretera del cementerio, junto a la salida del pueblo y, al ver que les tenían encima, "frenaron en seco". Al ser arrestados, dijo un agente, el padre y sus hijos estaban "desconcertados" y "asustados", se mostraron "colaboradores en todo momento" y "no opusieron resistencia". El padre salió del vehículo diciendo "que había sido él y que sus hijos no tenían nada que ver" y continuó diciéndolo ya en el suelo.

"Uno de los familiares de Amparo dijo 'pasa' o 'saca' y en segundos escuché los disparos."

Testigo protegido