La navarra Carlota Ciganda afronta su décima temporada como profesional instalada en el 15º puesto (y primera europea) del ránking mundial.

PAMPLONA - Carlota Ciganda ya está preparada para comenzar la temporada 2021. Será a finales de este mes, en Florida, en el torneo Gainbridge LPGA. En un directo de Instagram, organizado por la Federación Española de Golf, la jugadora de Ultzama atendía a los aficionados sin rehuir ningún tema.

¿Cómo está siendo su pretemporada?

-Este es el sexto año que trabajo con Jorge Parada, ya nos conocemos bastante y pensamos los dos que no hay que meter muchos cambios en el swing, pero siempre hay pequeños ajustes. Le estoy dando caña al físico. Tengo un preparador con el que trabajo tres días por semana para intentar llegar bien a los primeros torneos. Estoy trabajando con palos nuevos, un par de sets que ha sacado Callaway, y estoy probando bien el putt y el driver. En definitiva, son semanas para poner todo a punto.

Al final de la temporada pasada arrastraba una lesión en un brazo, aunque el último torneo de 2020 ya lo jugó, ¿cómo se encuentra?

-Ya estoy bien. Han pasado casi tres meses y estoy recuperada. Fue en el codo derecho, caí mal jugando al frontenis. Fue una pena por no poder ir a los dos últimos torneos, el US Open y la Final de la LPGA. Me hubiese gustado estar allí, pero son cosas que pasan. Lo bueno es que he aprendido mucho del proceso de recuperación, de esas semanas trabajando a tope con un fisio. Ahora tengo que dar las gracias porque estoy bien y no me duele nada.

Hace unos años contaba a la revista 'RFEGolf' que era muy difícil ganar en el LPGA porque aun cuando usted haga un gran torneo es complicado que al menos una de las Top 10 mundiales no juegue fenomenal, ¿sigue viéndolo así?

-Sí. Cada vez es más difícil ganar porque todo el mundo está más preparado. Están muy puestas todas en el tema físico, en nutrición, en técnica... todo va a más. Si no mejoras, empeoras, ésa es mi sensación, porque todo el mundo va a más. Hay que estar al día y entrenar duro. Ganar sigue siendo complicado, no imposible, y sigue siendo mi objetivo. Tienes que tener la semana buena, que te entren los putts y que todo esté de tu lado. Quiero volver a ganar este año. ¡Ojalá lo pueda conseguir!

Ganó en Corea del Sur y en México en 2016 y desde entonces se le resiste la tercera, pero ha estado muy cerca varias veces. Sin ir más lejos hace unos meses en el KPMG€

-Para ganar hay que tener una semana muy completa: estar bien de tee a green, meter putts, tener ese pelín de suerte,... Creo que de tee a green estoy sólida, siendo muy regular en los últimos años. Pero creo que para acabar ganando tengo que meter aún algún putt más, ese approach y putt que son claves para evitar un bogey, hacer algún birdie más, aprovechar esas rachas en las que puedes hacer tres o cuatro birdies seguidos. En eso estoy trabajando, en ser un poquito mejor cada día y tener ese plus de confianza con el putt, y creo que estoy en el buen camino. Se trata de estar ahí los domingos, y cuantas más veces estés más cerca estarás de ganar. Alguna victoria caerá.

¿Cuándo veremos el primer grande femenino para el golf español?

-Azahara Muñoz y yo llevamos mucho tiempo jugando grandes, y cada vez que salimos estamos en disposición de ganarlo. Fácil no es porque hay muchas jugadoras, especialmente las coreanas, que están siempre arriba y son muy sólidas. Pero tenemos cinco opciones cada año, y creo que ese momento cada vez está más cerca. Lo que está claro es que yo no me quiero retirar sin un grande, así que seguiremos entrenando e intentaremos estar a la altura.

¿Cómo está viviendo esto de jugar sin público?

-Soy una persona a la que le gusta el contacto con el público y la adrenalina, que haya gente viéndonos, que disfrute el público... y, claro, lo noto. Es muy diferente jugar sin nadie, es como una ronda de prácticas, vas con menos tensión y adrenalina. Tal y como fue todo el año pasado tenemos que dar gracias por haber podido jugar torneos. Este año creo que empezaremos sin público, pero a ver si poco a poco con la vacuna puede ir entrando la gente. Creo que si se hacen las cosas bien podría ser así; a lo mejor no tanto público como otros años, pero sí se podría empezar poco a poco. Nos gusta que estén ahí apoyándonos.

En mayo cumple diez años como profesional. ¿Ha cambiado mucho en este tiempo?

-Sí, he ido creciendo. Soy diferente a cuando empecé porque he jugado muchos torneos y la experiencia te ayuda a saber lo que no has hecho bien y a aprender de ello. Yo entrené toda mi vida con Rogelio Echeverría, y cuando falleció comencé a trabajar con Jorge Parada, que supuso un cambio. Jorge es una persona que está constantemente estudiando y con cosas nuevas, y eso me gusta porque estamos todo el día mirando cosas y mejorando. Creo que voy cambiando y mejorando. No sé cuántos años seguiré jugando, pero sí creo que todavía tengo cosas que mejorar.

2021 es año de Juegos Olímpicos. ¿Preocupada, expectante?

-Los Juegos es una semana increíble, no te la quieres perder. En cuanto a calendario es una época en la que tenemos muchos torneos: el Evian justo antes, luego el British, la Solheim... Van a ser cinco o seis semanas muy seguidas de torneos que ninguna nos queremos perder. Ojalá se celebren los Juegos y ojalá pueda ir para conseguir alguna medalla.

Serían sus segundos Juegos. Con la experiencia de Río, ¿cambiará algo en su preparación respecto a hace cuatro años?

-En Río fueron mis primeros Juegos, y yo, que me encanta el deporte y sigo prácticamente a todos los españoles, disfruté mucho y puede ser que no me enfocase lo suficiente en mí, en mi golf y en hacer una buena semana. Ahora veo que lo podría haber hecho diferente. Lo pasé increíble, vi a Rafa Nadal y Marc López ganar el oro, vimos el baloncesto, otras disciplinas... En cuanto a golf, comencé muy bien, pero no acabé tan bien. Son cosas de las que tengo que aprender. Si tengo la suerte de volver a ir me enfocaré más en mí, en hacer una buena semana y en competir lo mejor posible.

¿Qué recuerdo de Río 2016 conserva con más cariño?

-Lo que más me impresionó fue el comedor, que era como dos campos de fútbol. Una cosa impresionante. Entrabas ahí y veías a todo tipo de atletas: gente alta, bajita, musculosos... y te preguntabas de qué deporte serían. Todos con el chándal de su país. Intentabas averiguar qué disciplina haría cada uno. Luego el gimnasio era otra pasada de cómo entrenaba la gente, cómo estaba todo el mundo de fuerte. Es una semana preciosa porque todo el mundo ha trabajado mucho para estar ahí en ese justo momento. Son recuerdos imborrables.

Y también en el horizonte, la Solheim 2023, aquí en casa ¿La tiene ya marcado en rojo en su calendario?

-La Solheim es mi torneo favorito de todos los que he jugado en estos diez años como profesional, sin duda. Es la que más me gusta. El golf es un deporte individual, y jugar un torneo así por equipos y conseguir que el equipo se una para alcanzar grandes cosas es increíble. Ganar a las norteamericanas es una sensación muy bonita.

Sería su quinta presencia en Solheim. ¿Cómo es una Solheim por dentro?

-Es una semana de no parar, con muchos planes. A la mañana solemos entrenar pronto, y a la tarde tienes todos los días algo: sesión de fotos con los dos equipos y la ropa oficial, el día antes de empezar tienes cena de gala... no hay tiempo. Cuando acabas la semana, con toda la adrenalina que liberas, estás muerta, y necesitas mínimo una semana de descanso. Es muy bonito porque haces amistades para toda la vida y conoces bien a otras jugadoras. Normalmente las capitanas son leyendas que conocen bien el torneo y te ayudan. Está muy bien aprender de ellas y escucharlas. Es muy positivo. Y lo mejor es el espíritu de equipo que se crea entre todas. En Europa vamos todos a una.

¿Con qué compañera de Solheim se queda?

- He jugado cuatro, con dos victorias y dos derrotas. Recuerdo en la primera en Colorado el match que ganamos en el último hoyo Azahara y yo ante Stacey Lewis y Gerina Piller. Jugar con Aza es una maravilla porque es una jugadora muy sólida que falla poco y tiene una gran cabeza. Es una de mis favoritas, claro. También Jugué un match con Suzann Pettersen en el que estuve muy a gusto. Y con Melissa Reid me llevo muy bien y me gusta jugar con ella, porque pensamos muy parecido y disfrutamos mucho juntas.

Y en el LPGA, ¿qué jugadora le ha sorprendido más?

-Ko Jin-young, la número uno, es tremenda. Tiene una consistencia increíble. Hace un par de años cogió el 80% de greens en regulación. El año pasado jugó poco, pero llega a un torneo y te hace segunda. Tiene una consistencia y una cabeza fantásticas. Sabe que es la mejor y que puede ganar, eso sorprende. Hay muchas buenas, pero ahora mismo me quedo con ella.

Antes de ganar en el LPGA lo hizo en Europa. Pasados estos intensos diez años, ¿con qué victoria se queda?

-Mi primera victoria fue en Holanda en 2012, y la primera siempre es muy especial y hace mucha ilusión. Al margen de esa, me quedo con la de Corea. Ganar allí con las mejores del mundo, en un país con tantas jugadoras entre las mejores del mundo... Ganar delante de todas ellas me dio mucha confianza. Todas las victorias son especiales, pero esas dos las recuerdo con especial cariño.

Como amateur no paró de ganar...

-De aquella época me quedo, sin duda, con los Europeos por Equipos, que solían ser en verano. Me encantaba el formato; foursome a la mañana e individual a la tarde. Eran semanas muy divertidas, y algunas veces ganábamos. Mis duelos favoritos eran ante Suecia y Alemania. Luego, claro está, ganar dos Europeos individuales también fue muy especial. Gané la primera vez con 14 años en Ultzama, y aunque no lo recuerdo todo con nitidez, sí que veo en casa fotos y veo a mi familia y a muchos socios ahí acompañándome. En ese momento no me daba mucha cuenta de lo que hacía, pero lo veo ahora y creo que fue algo muy bonito.

¿Cuánto tiempo dedica a cada faceta de juego?

-Intento practicar entre unos 45 minutos y una hora cada cosa. Doy bolas centrándome en la técnica, luego hago juego corto, luego putt... Hay muchas cosas que entrenar, entonces no me paso de ese tiempo. No soy una jugadora de estar tres horas dando bolas o pateando. Con una hora cada cosa es suficiente. Ahora en pretemporada hago todo todos los días, incluso búnker, rodados, blasters... Al final hay tanto que trabajar que en pretemporada te hacen falta más horas.

¿La faceta psicológica también entra en esta preparación?

-No tengo un psicólogo oficial, pero suelo hablar con Javier Iriondo, que es autor de unos libros que me han encantado. Me gusta cómo enfoca la vida y las emociones, además, también juega a golf y sabe cómo es la vida de un deportista. Pero no es que sea un psicólogo con el que hable todas las semanas. Sí me gusta mucho todo el tema de la mente y el coaching, pero no tengo un psicólogo como tal. Siempre me ha gustado, porque si puedes dominar la mente en vez de que ella te domine a ti tienes hecho más de la mitad del trabajo, y más en golf.

Concluimos con un deseo para este 2021.

-Es un año de muchos retos. Pido que la pandemia nos deje jugar, que sea más normal que 2020. Y, sobre todo, tener salud. Espero que podamos jugar la Solheim con público, que los Juegos sigan adelante... y que pueda jugar los torneos bonitos de este curso. Y claro, volver a ganar. Y hacerlo en uno de estos torneos que tanto me motivan. Trabajo duro para conseguirlo. - Diario de Noticias