La Fiscalía de Rimini abrió una nueva investigación contra “personas desconocidas” sobre el fallecimiento del ciclista italiano Marco Pantani, a petición del nuevo abogado de la familia del Pirata, Fiorenzo Alessi, informan ayer medios italianos.

El abogado envió a la Fiscalía un documento de 51 páginas con nuevas declaraciones que, según él, podrían aclarar definitivamente lo ocurrido en la noche del 14 de febrero de 2004, cuando el corredor fue hallado muerto a los 34 años en una habitación del hotel Le Rose de Rimini.

La razón oficial de su fallecimiento fue “sobredosis de cocaína”, pero su familia siempre ha defendido que Pantani fue asesinado. El legal de Pantani centró su documento en las palabras de Fabio Miradossa, quien le vendía cocaína y quien aseguró tajante en 2019 que el Pirata fue asesinado.

Vuelven a entrar en juego las sospechas sobre las apuestas clandestinas y los intereses de los clanes mafiosos que envolvieron el Giro de Italia de 1999, en el que Pantani fue descalificado al dar una tasa de hematocrito en sangre superior en un 2 %.

Se insiste en las palabras del criminal Renato Vallanzasca, que por entonces compartía celda con un importante exponente mafioso que le animó a apostar todos sus ahorros porque Pantani “no terminaría” el Giro 1999.

La apertura de esta tercera investigación se produce después de que, en septiembre de 2017, el Tribunal Supremo de Italia declarara “definitivamente inadmisible” el recurso del abogado Antonio De Rensis contra el sobreseimiento del proceso por el supuesto asesinato del campeón dictaminado por el juez de Rimini en 2016.

La investigación sobre la muerte del Pirata se inició en 2014 por petición de su familia al considerar la hipótesis de que el ciclista fue asesinado.

Según estas tesis, fue golpeado y obligado a beber cocaína diluida en agua y después los agresores simularon la muerte por sobredosis en el hotel.

Por la muerte del campeón fueron condenadas cuatro personas por haber proporcionado droga a Pantani, acusadas de homicidio imprudente, pero posteriormente uno de ellos, Fabio Carlino, fue absuelto.

Los otros imputados, los traficantes Fabio Miradossi y Ciro Veneruso y el peruano Ramírez Cueva pactaron penas desde los cuatro años y diez meses al año y once meses.