Jesús Santos: “Debe quedar claro que el Consejo de Diálogo Social tiene sentido para luego pactar un plan para el empleo urgente”
Jesús Santos defiende la concertación tal como ha funcionado hasta la llegada del actual Gobierno. Cree que no será sencillo alcanzar pactos, pero trabajará para lograrlo
pamplona - 103 kilómetros separan Cabanillas de Pamplona, distancia que recorre todos los días el nuevo secretario general de UGT, Jesús Santos. A sus 58 años se pone al frente del primer sindicato de Navarra, cargo que compartirá con el de alcalde de su localidad de 1.500 habitantes. Casado, y con un hijo, se declara socialista confeso. Desde su despacho en la segunda planta del edificio de la avenida Zaragoza cuenta que el martes mantuvo una conversación telefónica con el secretario general confederal, Pepe Álvarez, al que invitará que visite Navarra. Su Federación de Servicios Públicos y la del Metal, Construcción y Afines le apoyaron en la elección el pasado marzo. “Me transmitió su apoyo en esta etapa”, dice Santos, quien ya piensa en la cita de mañana de la Permanente del Consejo de Diálogo Social, a la que acudirá el vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, UGT, CCOO y la CEN.
Aboga por recuperar la concertación y el diálogo social, ¿en qué punto se encuentran en Navarra?
-El Consejo no se ha convocado en lo que llevamos de legislatura. Existe una ley que reconoce su carácter decisorio y su composición por parte del Gobierno foral, patronales y sindicatos más representativos.
¿Entonces, la concertación está paralizada en la Comunidad?
-No ha habido convocatoria hasta ahora. Hemos tenido reuniones con el Gobierno en otros ámbitos o de forma individual. El órgano más activo ha sido el Servicio Navarro de Empleo, pero solo ahí se hablan de políticas activas, no de lo que nosotros entendemos por concertación: en abordar medidas para mejorar la situación económica y social de la Comunidad con eficacia general. Queremos y tenemos derecho a ejercitar como sindicato para trabajar en esta dirección, si podemos. Si se dice que no, será que no, pero nuestra voluntad es que sí.
Álvarez dijo que la concertación ha sido positiva, pero que en los últimos años se ha convertido en una foto útil para los gobiernos y que ha perjudicado a los sindicatos. ¿Está de acuerdo?
-Sí, porque siempre hay voluntad política de hacer una foto de los pactos, y eso, a veces, se puede entender mal. Pero dicho esto, existen dos opciones: participar en la concertación o no. Nuestra opción de resoluciones congresuales e historia dicen que nos comprometemos con todos los riesgos e intentos de aprovechamiento de la política y me da igual cualquier Gobierno. Aquí existe una mayor: UGT está obligada a participar, colaborar y acordar para el mejor desarrollo económico y social de la Comunidad. A esto no vamos a renunciar voluntariamente.
¿Entonces, a usted la foto le da igual?
-No. Sé que cada Gobierno saca partido, pero el objetivo de UGT no es ese. Trabajaremos con el Ejecutivo foral para llegar a acuerdos, como lo hemos hecho con los anteriores.
¿Estaba en contra de la modificación del Consejo de Diálogo Social para que entraran ELA y LAB?
-La ley dice lo que dice. Yo estoy dispuesto a hablar con ELA y LAB en una mesa, colaborar y actuar. Pero creo entender que ellos han sido los que han rechazado formar parte de este órgano. Yo he dicho que si no quieren participar, eso al Gobierno no le puede servir de excusa para no andar. El Consejo de Diálogo Social se trata de una cuestión tripartita y si el Ejecutivo no quiere, no querrá. Nosotros queremos participar y que tenga eficacia lo acordado.
¿UGT irá mañana con propuestas a la Permanente de este Consejo?
-Sí. Pero primero debe quedar claro que el Consejo tiene sentido, que sigue como está en la ley o si se va a modificar. Si seguimos en la misma coyuntura que hasta ahora, existen diferentes mesas para reactivarlas y aportar las ideas: mesas que tratan temáticas como la reactivación económica, políticas activas, igualdad, responsabilidad social corporativa...
En su discurso censuró que se use como coartada para no seguir avanzando la presión de alguno de los componentes del cuatripartito. Según su denuncia, ¿eso dificultará alcanzar acuerdos con el Gobierno?
-Me preocupa. Si escucho a algunos sectores del propio Gobierno que quieren el Canal y el Tren de Altas Prestaciones y otros de ninguna manera, existe un problema. Si alguien dice que el SNE no debe existir es un problema; si alguien remarca que el Consejo de Diálogo Social debe perder esa condición de eficacia y no reconocer a los sindicatos mayoritarios, hay un problema.
¿Entonces no va a resultar sencillo rubricar pactos?
-No. A nosotros no nos van a cambiar nuestra línea sindical histórica. Aunque seguiremos trabajando y dando la mano.
Entre sus objetivos se propuso acabar con la elevada tasa de paro y la desigualdad, ¿cómo se atajan?
-Ahora mismo necesitamos este año un plan de choque para el empleo que se acuerde en el Consejo de Diálogo Social porque tiene esa capacidad para desarrollarlo. Y no nos debemos levantar de la mesa hasta acordarlo.
¿Ese plan sería semejante al rubricado en 2014?
-Deberíamos ajustarnos a las necesidades actuales: puede que haya medidas de aquel plan que se puedan recuperar y otras que no. Pero para todo esto debe haber una disponibilidad presupuestaria en favor de ese plan.
¿Y para cuándo el plan industrial e infraestructuras?
-Deben ser materias a medio y largo plazo. Pero, dentro de un plan de choque por el empleo debe haber partidas para infraestructuras porque, por ejemplo, todos sabemos cómo están las carreteras.
Defiende el Canal y el TAV, dos infraestructuras polémicas. ¿Chocará UGT con el Gobierno foral en esta materia?
-Negociar es negociar. Es importante el desarrollo de la Comunidad a través del transporte y del Canal. No podemos entender que no se desarrollen unas infraestructuras que generan riqueza y empleo. Otra cosa es que resulte caro pagar el Canal a 30 años. A mí no me parece mal que se amplíe el pago a 80, por ejemplo, pero eso UGT no puede negociar. En cuanto a transporte, hay que desarrollar a la Comunidad para que esté mejor conectada a Europa.
El SNE suprimió parte de los convenios con UGT, CCOO y la CEN. ¿Va a trabajar por recuperarlos?
-Los convenios son un servicio que prestamos subcontratados por la Administración. Son finalistas y es un servicio que en teoría debería dar el Gobierno, pero como no llega, nos subcontrata. Si el Ejecutivo nos propone colaborar en convenios, estaremos encantados en realizarlos. Por lo tanto, vuelve a estar en su mano.
ELA denuncia que esos programas “son formación ilegal”.
-Los programas han sido auditados por el Gobierno, por el SNE y Comptos. No tenemos ningún problema. Yo solo pido al Ejecutivo que si no los va a hacer UGT, que los haga la Administración, pero que los lleven a cabo. Lo que no puede ser es que no los ejecutemos nosotros porque a alguien le parece mal, y que luego se dejen de impartir.
¿Le preocupa que ELA quiera impugnar la orden foral que articula los convenios entre el SNE y UGT, CCOO y la CEN?
-Nuestra gente ha trabajado en esos convenios y han sido justificadas sus acciones, que a su vez han sido fiscalizadas por el SNE. Esta polémica ya ha existido en otras ocasiones. Veremos el resultado y entonces decidiremos nuestras actuaciones.
¿Qué le parece que LAB haya entrado al SNE?
-Me puede parecer bien o mal, pero yo sé que el SNE no es una ley sino un decreto. Yo no me voy a ir del SNE porque creo que debo seguir trabajando.
¿Cuántos convenios sectoriales están en peligro por la actitud de la CEN?
-En la intersectorial de 2013 se desbloquearon muchos. Pero en ese tiempo, han decaído algunos. En Navarra, tenemos entre cinco y seis que no se han firmado. Pido a la patronal volver a reactivar el acuerdo de 2013. Sé que no resulta sencillo, pero ambas partes debemos hacer ese esfuerzo.
¿UGT Navarra debe seguir reajustando sus cuentas?
-Ya se han realizado ajustes en los últimos ejercicios. Si no pasan historias que hoy yo no contemplo, hemos amoldado el personal a nuestras necesidades comarcales y de estructura en Pamplona. Ahora la plantilla está medianamente adecuada a los planteamientos de ingresos ordinarios. Vamos a ajustar el salario de la Ejecutiva, porque ya sufrimos una reducción anteriormente.
Desde 2008, UGT ha perdido porcentaje de representación en Navarra, ¿por qué ha sucedido?
-Hay que frenar la sangría de cierre de empresas para mantener el número de delegados. En el conjunto de la representación, el sindicato que más delegados ostenta, es el que más pierde con estos cierres, y luego se añaden las diferentes coyunturas.
Manifestó su intención de conservar el liderazgo o, incluso, mejorarlo, ¿cómo lo hará?
-Nuestra voluntad es estar más próximos a los delegados; por eso, afrontamos esta reestructuración de seis a tres federaciones, con su consiguiente sectorización, con un responsable de cada sector que contará con su equipo para llegar a los trabajadores. Los delegados no se ganan por ciencia infusa sino por cercanía.
¿Esta reflexión se puede considerar una autocrítica a UGT?
-No. Aunque en el mundo del sindicalismo hemos llevado unos años de un gran desgaste y pérdida de credibilidad de los trabajadores y eso se debe recuperar estando más cerca de ellos. Seríamos ciegos si no nos damos cuenta que ha habido una parte de la sociedad que se ha desanimado por hechos de corrupción o de otras cuestiones. Debemos reaccionar con nuestros instrumentos y comprobar si la nueva estrategia de UGT funciona.
¿Cuándo culminará el proceso interno de reestructuración?
-Para el verano.
¿Van a ser dos meses intensos?
-Sin ninguna duda. La reestructuración la asumen las federaciones, pero mi labor será la de coordinar para facilitar el acuerdo y mediar donde surjan fricciones.
¿Cree que habrá más problemas en unas federaciones que en otras?
-Sí, pero por la propia estructura y porque depende de los Congresos federales. Donde hay ajustes siempre hay problemas, otra cuestión es que los llevemos con la mayor tranquilidad posible. Soy consciente de que un cambio de estas dimensiones no concluye en una época determinada.
Habló de que este proceso generará tensiones, ¿de qué tipo?
-Partimos de la base de que va a haber menos personal por arriba para que haya más en la base. Se reducen las estructuras: por ejemplo, ejecutivas o servicios de administración o asesoría jurídica, etc.
¿La reducción de costes por la cabeza de las federaciones se va a usar para sus bases?
-Si las federaciones tienen menos gasto en la cabeza, tendrán que dirigirlo a la acción sindical. Yo he reducido la ejecutiva de seis a cinco personas.
¿Qué opina que el Confederal impulse consultas a las bases sobre los acuerdos que se alcancen?
-Me parece correcto articular un sistema que someta materias fundamentales a votación de las federaciones o que sean abiertas completamente. Pero ya somos democráticos, porque cada federación dispone de sus delegados y órganos de control.
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