pamplona - La crisis del fipronil, que estalló en Europa el pasado verano, ha disparado los precios de la docena de huevos por el incremento de la demanda de los países afectados por el cierre de granjas, debido al uso de este insecticida. El precio que perciben los productores ha aumentado entre un 22,5% y 48,9%, pero principalmente para aquellos que exportan; y el que pagan los consumidores ha subido entre un 10% y un 15%.

En agosto se detectaron partidas de huevos de explotaciones de Bélgica y Holanda con un alto contenido en fipronil, un insecticida para combatir parásitos que está prohibido su utilización en animales destinados a la cadena alimentaria, como es el caso de las gallinas.

La Unión Europea reaccionó con rapidez y el problema que en un primer momento se concentró en estos dos países saltó a otros, como a Francia y Alemania, hasta sumar 19 en el continente, además de Hong Kong. Sin embargo, España se libró de la quema que provocó la clausura de 600 granjas en Europa. Salud Pública en Navarra actuó y realizó los controles pertinentes que dieron negativo en este insecticida, según indican fuentes oficiales.

Cuatro meses después de saltar la alarma, la demanda de huevos en Europa ha crecido, tanto el precio en origen como en destino ha subido y por el momento el abastecimiento interno de este producto en Navarra está asegurado. Roberto Legaria, gerente de la granja Legaria, una de las principales de la Comunidad Foral, señala que “se ha notado el impacto del cierre de explotaciones europeas, ya que ha aumentado la demanda en todo el continente”. Manifiesta que “Italia, Holanda, Bélgica, Alemania y Francia, principalmente, aparecen entre los países que más solicitan este producto -todos ellos afectados por el incorrecto uso del insecticida-”.

El director de Servicio de Ganadería del Gobierno de Navarra, Miguel Ángel Martínez, indica que “por ejemplo, en agosto hubo una partida enviada desde la Comunidad Foral a Países Bajos -zona perjudica- por un importe de 45.000 euros, cuando el resto de meses no se había exportado ninguna cantidad a ese destino”. Martínez enumera otros países a los que se ha vendido durante el año como a Francia, Portugal, Hungría y también Gibraltar, pero “en volúmenes pequeños”. La Comunidad ha exportado hasta agosto de este año por valor de un millón de euros huevos frescos; y casi 9,8 millones de euros en huevos transformados o en productos derivados del huevo. Tanto Martínez como el gerente de la granja Legaria coinciden en que Navarra es más “proveedora para otras comunidades que exportadora”. Por ello, aunque el problema del fipronil haya impulsado la exportación, no se ha notado tanto como en otras regiones.

evolución El cierre de instalaciones en Europa ha acrecentado la demanda de huevos procedente de los países dañados, y como la oferta no ha aumentado, los precios han subido. Legaria cuenta que “el precio en origen ha crecido un 45%” y que “ha beneficiado a los productores navarros, pero más a los que exportan”. El informe de Coyuntura Agraria del Gobierno foral resalta que entre agosto y noviembre el precio de la docena percibido por el productor ha subido más si se compara con el mismo periodo de 2016. Este año, el valor de la docena de huevos tamaño S ha crecido un 48,9% por el 11% en 2016; los de clase M, un 42% por el 13,6% hace un año; los de clase L, un 30,8% por el 18% del ejercicio pasado y los de clase XL, un 22,5% por el 11%. Legaria calcula que el “incremento de precio para el consumidor ha sido de entre el 10% y 15%”; y reitera que aunque la demanda externa ha crecido, “de momento, la interna queda abastecida”.