Chechu Rodríguez continuará cuatro años más al frente de CCOO, la primera fuerza sindical en Navarra. "Ahora somos una organización más abierta a la sociedad y más atenta a sus problemas, donde la gente puede venir a debatir", define este trabajador de VW Navarra, que en octubre firmó el contrato relevo.

Con 61 años comienza su segundo y último mandato. Vive en Arraiza, pueblo del que se siente oriundo aunque nació en Tudela. "Son muchos años ya aquí", confiesa.

Como empleado de VW... ¿tendrá vehículo eléctrico la factoría?

-Creo que se está retrasando la decisión, pero espero que el anuncio de la llegada del vehículo eléctrico a VW se haga pronto en el marco de la mesa de trabajo entre el Estado, el Gobierno de Navarra, el consorcio y CCOO y UGT. Pido al Gobierno, que me consta que está trabajando en este objetivo, que convoque pronto la mesa. La factoría está bien posicionada.

¿Cómo debe ser ese vehículo eléctrico para evitar destruir empleo?

-Atractivo para el cliente, porque asegura más volumen de producción, y con ello conserva más empleo.

¿Llegarán la planta de ensamblaje de baterías y la factoría de baterías?

-Hay discusión con el Ministerio de Industria sobre cuántas factorías deben instalarse en España. Las multinacionales, en este caso VW, siempre han defendido que sus proveedores deben estar en un radio de unos 80-100 kilómetros. Navarra está bien posicionada, aunque no creo que estas fábricas deben estar en Pamplona, sino en comarcas que están sufriendo más el desempleo, como Sakana, Ribera o Zona Media.

Algunos auguran una importante destrucción de empleo con la transformación digital y la llegada del vehículo eléctrico. ¿Cómo se frena?

-Traerá destrucción de empleo, pero también creará nuevos, y para que no haya trabajadores que salgan del mercado laboral, estos deberán reciclarse con formación específica.

No le veo preocupado.

-No, aunque sí con cierta inquietud. No me gusta que se haya creado un monstruo en torno a la digitalización. La gente debe prepararse para esos nuevos empleos, como continuamente lo ha hecho VW Navarra.

¿El Plan de Empleo llega tarde?

-Sí, porque la pandemia se ha sumado a los problemas estructurales de muchos trabajadores y trabajadoras que no se habían recuperado de la anterior crisis. Aunque no culpo ni al Gobierno ni al Consejo de Diálogo Social de esta tardanza.

¿Qué duración va a tener?

-Esta legislatura.

¿Y presupuesto?

-Estamos discutiendo esta materia.

¿Y a usted cuál le gustaría?

-El presupuesto irá destinado a calidad de empleo para intentar incorporar a mujeres, jóvenes y parados de larga duración al mercado laboral con ayudas a la contratación; a competitividad; a igualdad; a género; y a formación y prevención de riesgos laborales. También habrá partida para políticas activas de empleo.

¿Tendrá financiación europea?

-Sí, pero no sabemos cuánto todavía.

¿Quién gestionará el presupuesto?

-El Consejo de Diálogo Social hará el seguimiento del coste del plan, y en lo que afecta a determinadas figuras como los delegados territoriales de prevención o de igualdad saldrán a concurrencia competitiva. Este tema ha generado discusiones importantes entre sindicatos y patronales.

¿Dónde estaban los desencuentros?

-De quién podría participar en ese ámbito: solo sindicatos, qué sindicatos... esto está todavía a debate.

¿Cuándo va a firmarse?

-El compromiso es para el 30 de junio.

¿Los fondos europeos traerán recortes?

-CCOO no lee que Europa esté exigiendo unas reformas como algunos plantean. Aunque es cierto que hay una especie de manta encima de todo eso, que no se ha descubierto.

¿Urge una reforma fiscal?

-Sí, en Navarra y en España. Debe ser progresiva, que pague quien más tiene, y recuperar incrementos impositivos en Patrimonio y en Impuestos de Sociedades... Las rentas más altas deben contribuir más, ya que no puede ser que más del 80% de tributos directos e indirectos recaigan en la clase trabajadora. La pandemia ha puesto en valor los servicios públicos que deben reforzarse y que se abonan con impuestos. No puede ser que el mayor empleador de Navarra, la Administración, sume casi un 50% de eventualidad. Pero, hay un posicionamiento ideológico de una parte del Gobierno que considera que esta reforma fiscal no es necesaria.

¿Qué cambios exigen en la reforma laboral de Rajoy?

-Hemos clamado su anulación, o por lo menos la parte fundamental. Defendemos la ultraactividad; la prioridad aplicativa de los convenios; dar a los trabajadores capacidad contractual; reforzar las inspecciones; y abordar la subcontratación.

¿El sistema público de pensiones goza de buena salud?

-Requiere de reformas: todos debemos contribuir por ingresos reales; hay que destopar las bases máximas de las cotizaciones; y el Estado tiene que asumir las pensiones no contributivas, al igual que los gastos corrientes de la Seguridad Social.

15.000 personas afiliadas, pero el sindicato llegó a tener unas 19.000. ¿Por qué ese descenso?

-Hubo un momento en que la gente acudía al sindicato no por cercanía ideológica, sino porque se daban servicios que hoy ya no se ofrecen: vivienda, orientación a la migración, formación, reciclaje... Pero eso no ha hecho mermar la afiliación sino la crisis de 2007-2009 con la pérdida de empleo y de salario. Pero ahora vamos recuperando de manera positiva.

¿Está arraigada la cultura de la afiliación en las personas jóvenes?

-Empiezan a sentir la necesidad de la ideología y de la defensa de su situación, porque tienen dificultades para realizar sus proyectos de vida. Por ese motivo, creo que la cultura de la afiliación se está moviendo tras unos años de paralización.

Primera fuerza de Navarra y logrado en año de pandemia, ¿cómo se amoldó CCOO a la crisis de la covid?

-Contestamos de manera ágil a todas las dudas que surgieron, y añadimos el elemento de atender de manera gratuita tanto a personas afiliadas como no militantes. Ser la primera fuerza sindical en Navarra ha sido durante la pandemia, pero se ha conseguido tras muchos años de trabajo.

1.540 delegados y delegadas, ¿CCOO cifra en cuánto quiere crecer para mantenerse como primera fuerza?

-No puedo poner un número mágico. El margen es estrecho, pero nuestro reto es conservar ese liderazgo y ampliar la distancia. Tenemos el debate pendiente dentro del sindicato.

¿Es difícil captar delegados?

-Nunca es sencillo. Las dificultades están en las pymes, porque resulta complicado enfrentarse al jefe. Puede haber miedo.

¿Y desengaño con los sindicatos?

-También, porque a veces no se hacen bien las cosas. Pero, siempre procuramos tener a las personas idóneas para que resuelvan los problemas.

¿Cómo ha leído su sindicato los cambios sociales?

-CCOO vivía en una especie de encastillamiento con respecto a la sociedad. Estábamos bastante alejados de movimientos sociales y de las decisiones de la política. Hemos avanzado.

¿A qué movimientos sociales se ha acercado el sindicato?

-Hemos hecho un trabajo especial con los movimientos feministas, que todavía no ha terminado de dar sus resultados. Además, hemos buscado la cercanía con movimientos del entorno de la juventud: hemos vuelto al Consejo Navarro de la Juventud, y hemos constituido un Espacio Joven donde una buena parte de afiliados y afiliadas participan, además de que se acerca gente no militante que quiere conocer el sindicato. También hemos entrado en determinadas decisiones políticas que afectaban a la sociedad que antes no lo hacíamos. Mi participación en elementos de discusión importantes ha llamado la atención, como la presencia del sindicato en las manifestaciones de apoyo a los compañeros de Alsasua.

¿CCOO había descuidado su posicionamiento político?

-Hemos sido toda la vida una organización muy ideologizada, pero es cierto que el sindicato se despolitizó en un momento determinado en Navarra. Tengo un componente ideológico claro y creo que era fundamental que CCOO recuperara su posicionamiento político.

Entonces, ¿CCOO ya ha recuperado su posición dentro de la izquierda?

-Hemos atendido más algunas cuestiones políticas que afectaban a la sociedad. Por ejemplo, CCOO mantuvo un posicionamiento claro en las últimas elecciones para que Navarra tuviera un gobierno de coalición.

Militante de IU, ¿qué debe hacer esta organización para no desaparecer del Parlamento?

-Izquierda Unida en Navarra y a nivel Federal tiene clara su postura; pero creo que falta o saber explicar mejor sus posiciones, o acercase más a determinados segmentos de la sociedad. En las últimas elecciones en Navarra no solo cayó I-E, sino también Podemos. Hoy debe abrirse un debate entre estas organizaciones para saber cuál es el camino para la suma en la Comunidad Foral.

¿Hay posibilidades de que se consolide un Gobierno de coalición en Navarra en próximas legislaturas sin la presencia de la derecha?

-Sí, y también hay necesidad.

¿Por qué ha decidido ahora una secretaría exclusiva para la Mujer?

-En todas las estructuras de CCOO siempre ha habido secretarías de Mujer, pero compartidas con otras áreas. No queremos que el calificativo de sindicato feminista se quede solo en el papel, sino que se visibilice. Me gustaría ver a una secretaria general de CCOO en Navarra.

¿La Comunidad podrá tener unidad sindical en determinados temas?

-Con UGT ya la tenemos, y es difícil con ELA y LAB, pero lo seguiremos intentado. La unidad de acción ya se da en muchas empresas, pero el problema se suscita en las diferencias políticas, territoriales y en el ámbito de actuación. La relación ha mejorado más con LAB que con ELA.