Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Mtskheta, el corazón de la iglesia ortodoxa.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Castillo de Narikala, junto al acantilado que domina la ciudad ded Tbilisi.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Barrio de Tbilisi.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Hermoso verdor de un valle cercano al norte de Tbilisi.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Adjarian Khachapuri con el queso caliente y huevo en medio.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Khachappui, alimento básico en la cocina georgiana.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Interior de una típica bodega.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Danzante del conjunto Erisioni de la Academia Nacional Ensemble.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Iglesia Mettechi.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Típicas balconadas de madera en Tilflis.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Impresionante vista de Tbilisi desde el hotel Kopala.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Montañas en la ruta del Cáucaso.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Lagos en la Ruta del Cáucaso.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Una playa del mar Negro.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Zona residencial playas del mar Negro.
Francisco Gavilán / Cedidas
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro
Desde su incruenta y democrática Revolución Rosa en 2003, Georgia ha vuelto a encontrar su lugar en el mundo. Su verdadera identidad ha resurgido con una nueva mirada que fascina al visitante. Un destino para aventureros, amantes del arte y la cultura o, simplemente, para gozar de unas vacaciones en las playas del mar Negro