- Multimedia
- Servicios
- Participación

Ver más galerías relacionadas
Fermín Pérez-Nievas
Ver galería >Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Fermín Pérez-Nievas
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.
Desde el 112 habían pedido de forma insistente a la organización que aplazaran la salida de la 26ª Extreme Bardenas y la cambiaran de día, pero sabían que, por fechas, eso era imposible y ya se habían comprometido con 810 valientes. La alerta naranja por calor, con temperaturas que iban a superar los 40 grados, habían hecho temblar incluso a los más inconscientes, pero finalmente, el infierno anunciado esperó a que terminara la prueba para mostrar toda su ira.