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Iñaki Porto
Ver galería >Unos 150 bolantes llenan de color y emoción una fiesta ancestral que se ha tenido que trasladar por segundo año consecutivo al frontón Arretxe por la lluvia.
Iñaki Porto
Unos 150 bolantes llenan de color y emoción una fiesta ancestral que se ha tenido que trasladar por segundo año consecutivo al frontón Arretxe por la lluvia.
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Unos 150 bolantes llenan de color y emoción una fiesta ancestral que se ha tenido que trasladar por segundo año consecutivo al frontón Arretxe por la lluvia.
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