El viejo robledal que rodea la ermita de San Pedro volvió a ser lugar de encuentro de los y las altsasuarras, más cayendo en domingo. Y es que es la fiesta entre las fiestas de la villa, un intenso día que comienza temprano y nunca se sabe cuándo acaba.
A la sombra de los robles de San Pedro en Altsasu
Nerea Mazkiaran
El viejo robledal que rodea la ermita de San Pedro volvió a ser lugar de encuentro de los y las altsasuarras, más cayendo en domingo. Y es que es la fiesta entre las fiestas de la villa, un intenso día que comienza temprano y nunca se sabe cuándo acaba.
A la sombra de los robles de San Pedro en Altsasu
Nerea Mazkiaran
El viejo robledal que rodea la ermita de San Pedro volvió a ser lugar de encuentro de los y las altsasuarras, más cayendo en domingo. Y es que es la fiesta entre las fiestas de la villa, un intenso día que comienza temprano y nunca se sabe cuándo acaba.
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Nerea Mazkiaran
El viejo robledal que rodea la ermita de San Pedro volvió a ser lugar de encuentro de los y las altsasuarras, más cayendo en domingo. Y es que es la fiesta entre las fiestas de la villa, un intenso día que comienza temprano y nunca se sabe cuándo acaba.
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Nerea Mazkiaran
El viejo robledal que rodea la ermita de San Pedro volvió a ser lugar de encuentro de los y las altsasuarras, más cayendo en domingo. Y es que es la fiesta entre las fiestas de la villa, un intenso día que comienza temprano y nunca se sabe cuándo acaba.
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Nerea Mazkiaran
El viejo robledal que rodea la ermita de San Pedro volvió a ser lugar de encuentro de los y las altsasuarras, más cayendo en domingo. Y es que es la fiesta entre las fiestas de la villa, un intenso día que comienza temprano y nunca se sabe cuándo acaba.
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Nerea Mazkiaran
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Nerea Mazkiaran
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