La cuesta de Santo Domingo ha vuelto a llenarse de nervios, ilusión y adrenalina. Cientos de niños y niñas periódico en mano esperaban ansiosos la salida de los ocho toros. Al término del cántico al santo y con la explosión del cohete, la multitud sabía que tocaría correr. Y así fue. Al grito de "Gora San Fermín!", la cantera no dudó en dejarse la suela del zapato para no tocar asta...
Nervios y mucha ilusión en un nuevo encierro txiki
Iban Aguinaga
La cuesta de Santo Domingo ha vuelto a llenarse de nervios, ilusión y adrenalina. Cientos de niños y niñas periódico en mano esperaban ansiosos la salida de los ocho toros. Al término del cántico al santo y con la explosión del cohete, la multitud sabía que tocaría correr. Y así fue. Al grito de "Gora San Fermín!", la cantera no dudó en dejarse la suela del zapato para no tocar asta...
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