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PABLO VIÑAS
Ver galería >Fue un hombre que se abría camino al compás de una vida con ritmo hasta que un mal rayo le partió la salud. Con todo, el trikitilari se ha sobrepuesto, a paso lento, en una recuperación que no le garantiza los días luminosos pero sí una vida poderosa alrededor de la música. Se levantaron los telones del Arriaga para homenajear su figura.
Pablo Viñas
Fue un hombre que se abría camino al compás de una vida con ritmo hasta que un mal rayo le partió la salud. Con todo, el trikitilari se ha sobrepuesto, a paso lento, en una recuperación que no le garantiza los días luminosos pero sí una vida poderosa alrededor de la música. Se levantaron los telones del Arriaga para homenajear su figura.
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Fue un hombre que se abría camino al compás de una vida con ritmo hasta que un mal rayo le partió la salud. Con todo, el trikitilari se ha sobrepuesto, a paso lento, en una recuperación que no le garantiza los días luminosos pero sí una vida poderosa alrededor de la música. Se levantaron los telones del Arriaga para homenajear su figura.
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Fue un hombre que se abría camino al compás de una vida con ritmo hasta que un mal rayo le partió la salud. Con todo, el trikitilari se ha sobrepuesto, a paso lento, en una recuperación que no le garantiza los días luminosos pero sí una vida poderosa alrededor de la música. Se levantaron los telones del Arriaga para homenajear su figura.
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Fue un hombre que se abría camino al compás de una vida con ritmo hasta que un mal rayo le partió la salud. Con todo, el trikitilari se ha sobrepuesto, a paso lento, en una recuperación que no le garantiza los días luminosos pero sí una vida poderosa alrededor de la música. Se levantaron los telones del Arriaga para homenajear su figura.
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