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Javier Bergasa
Ver galería >Cientos de personas han participado en el funeral por el niño Mateo Apestegui Adrián, asesinado por su padre en Urbasa. La iglesia de San Juan Bautista se quedó pequeña para albergar a todas las personas que quisieron acompañar a la familia en los dolorosos momentos que viven tras la tragedia. La ceremonia presidida por el párroco Javier Resano acompañado del párroco de Igúzquiza y Germán Martínez y de Juan Ruiz. Mientras, la peluquería en la trabaja la madre del niño permanecía cerrada exhibiendo un cartel en el que se pedía perdón por las molestias.Tras el funeral, tuvo lugar una nutrida concentración contra la violencia vicaria.
JAVIER BERGASA
Cientos de personas han participado en el funeral por el niño Mateo Apestegui Adrián, asesinado por su padre en Urbasa. La iglesia de San Juan Bautista se quedó pequeña para albergar a todas las personas que quisieron acompañar a la familia en los dolorosos momentos que viven tras la tragedia. La ceremonia presidida por el párroco Javier Resano acompañado del párroco de Igúzquiza y Germán Martínez y de Juan Ruiz. Mientras, la peluquería en la trabaja la madre del niño permanecía cerrada exhibiendo un cartel en el que se pedía perdón por las molestias.Tras el funeral, tuvo lugar una nutrida concentración contra la violencia vicaria.
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Cientos de personas han participado en el funeral por el niño Mateo Apestegui Adrián, asesinado por su padre en Urbasa. La iglesia de San Juan Bautista se quedó pequeña para albergar a todas las personas que quisieron acompañar a la familia en los dolorosos momentos que viven tras la tragedia. La ceremonia presidida por el párroco Javier Resano acompañado del párroco de Igúzquiza y Germán Martínez y de Juan Ruiz. Mientras, la peluquería en la trabaja la madre del niño permanecía cerrada exhibiendo un cartel en el que se pedía perdón por las molestias.Tras el funeral, tuvo lugar una nutrida concentración contra la violencia vicaria.
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Cientos de personas han participado en el funeral por el niño Mateo Apestegui Adrián, asesinado por su padre en Urbasa. La iglesia de San Juan Bautista se quedó pequeña para albergar a todas las personas que quisieron acompañar a la familia en los dolorosos momentos que viven tras la tragedia. La ceremonia presidida por el párroco Javier Resano acompañado del párroco de Igúzquiza y Germán Martínez y de Juan Ruiz. Mientras, la peluquería en la trabaja la madre del niño permanecía cerrada exhibiendo un cartel en el que se pedía perdón por las molestias.Tras el funeral, tuvo lugar una nutrida concentración contra la violencia vicaria.
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Cientos de personas han participado en el funeral por el niño Mateo Apestegui Adrián, asesinado por su padre en Urbasa. La iglesia de San Juan Bautista se quedó pequeña para albergar a todas las personas que quisieron acompañar a la familia en los dolorosos momentos que viven tras la tragedia. La ceremonia presidida por el párroco Javier Resano acompañado del párroco de Igúzquiza y Germán Martínez y de Juan Ruiz. Mientras, la peluquería en la trabaja la madre del niño permanecía cerrada exhibiendo un cartel en el que se pedía perdón por las molestias.Tras el funeral, tuvo lugar una nutrida concentración contra la violencia vicaria.
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Cientos de personas han participado en el funeral por el niño Mateo Apestegui Adrián, asesinado por su padre en Urbasa. La iglesia de San Juan Bautista se quedó pequeña para albergar a todas las personas que quisieron acompañar a la familia en los dolorosos momentos que viven tras la tragedia. La ceremonia presidida por el párroco Javier Resano acompañado del párroco de Igúzquiza y Germán Martínez y de Juan Ruiz. Mientras, la peluquería en la trabaja la madre del niño permanecía cerrada exhibiendo un cartel en el que se pedía perdón por las molestias.Tras el funeral, tuvo lugar una nutrida concentración contra la violencia vicaria.
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Cientos de personas han participado en el funeral por el niño Mateo Apestegui Adrián, asesinado por su padre en Urbasa. La iglesia de San Juan Bautista se quedó pequeña para albergar a todas las personas que quisieron acompañar a la familia en los dolorosos momentos que viven tras la tragedia. La ceremonia presidida por el párroco Javier Resano acompañado del párroco de Igúzquiza y Germán Martínez y de Juan Ruiz. Mientras, la peluquería en la trabaja la madre del niño permanecía cerrada exhibiendo un cartel en el que se pedía perdón por las molestias.Tras el funeral, tuvo lugar una nutrida concentración contra la violencia vicaria.
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