En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos
Cinco años de Loraldea
Iban Aguinaga
En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos
Cinco años de Loraldea
Iban Aguinaga
En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos
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En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos
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En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos
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En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos
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En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos
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En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos
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En 2019, una veintena de voluntarios transformaron el “pedregal” anexo a la Biblioteca de Navarra en el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea, donde se cultivan hortalizas sin abonos químicos