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DIARIO DE NOTICIAS
Ver galería >El Casco Antiguo de Pamplona continúa ofreciendo oportunidades singulares para quienes buscan vivir rodeados de historia sin renunciar al confort contemporáneo. En esta ocasión, sale al mercado un piso de 88 metros cuadrados que destaca no solo por su ubicación privilegiada, sino también por la cuidada combinación entre carácter histórico y comodidades actuales. La vivienda se encuentra en la cuarta planta de un edificio construido en 1870, un inmueble de gran valor patrimonial que ha sido actualizado para adaptarse a los estándares de la vida moderna. Entre las mejoras más destacadas figura la instalación de ascensor, un elemento poco habitual en los edificios tradicionales del Casco Antiguo. El piso cuenta con dos habitaciones amplias, equipadas con armarios empotrados y ventanas orientadas a un patio interior, lo que garantiza tranquilidad y descanso. La distribución se completa con dos baños completos y una luminosa zona de salón-cocina abierta, concebida como el núcleo principal de la vivienda. Uno de los grandes atractivos del inmueble se encuentra en el salón, desde donde se accede a dos balcones con vistas directas a la Plaza del Castillo, uno de los espacios más emblemáticos, dinámicos y reconocibles de la capital navarra. Un privilegio que permite disfrutar del ambiente, la luz y el pulso cultural del centro histórico sin salir de casa. La cocina está completamente equipada, lo que permite entrar a vivir sin necesidad de reformas. Además, la propiedad incluye un trastero, ideal para mantener el orden y disponer de espacio extra de almacenaje. El edificio dispone también de un cuarto de bicicletas, un servicio cada vez más valorado entre quienes optan por una movilidad sostenible. La ubicación del piso ofrece además una excelente conexión mediante transporte público, con varias líneas de autobús a escasos metros. Esta accesibilidad convierte la vivienda en una opción idónea tanto para quienes desean vivir plenamente el ambiente del centro como para quienes necesitan combinar vida urbana y desplazamientos diarios. Con su equilibrio entre historia, modernidad y ubicación privilegiada, este inmueble se presenta como una auténtica joya inmobiliaria en el Casco Antiguo de Pamplona, perfecta para quienes buscan una vivienda con personalidad propia en un entorno lleno de vida, patrimonio y cultura.
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El Casco Antiguo de Pamplona continúa ofreciendo oportunidades singulares para quienes buscan vivir rodeados de historia sin renunciar al confort contemporáneo. En esta ocasión, sale al mercado un piso de 88 metros cuadrados que destaca no solo por su ubicación privilegiada, sino también por la cuidada combinación entre carácter histórico y comodidades actuales. La vivienda se encuentra en la cuarta planta de un edificio construido en 1870, un inmueble de gran valor patrimonial que ha sido actualizado para adaptarse a los estándares de la vida moderna. Entre las mejoras más destacadas figura la instalación de ascensor, un elemento poco habitual en los edificios tradicionales del Casco Antiguo. El piso cuenta con dos habitaciones amplias, equipadas con armarios empotrados y ventanas orientadas a un patio interior, lo que garantiza tranquilidad y descanso. La distribución se completa con dos baños completos y una luminosa zona de salón-cocina abierta, concebida como el núcleo principal de la vivienda. Uno de los grandes atractivos del inmueble se encuentra en el salón, desde donde se accede a dos balcones con vistas directas a la Plaza del Castillo, uno de los espacios más emblemáticos, dinámicos y reconocibles de la capital navarra. Un privilegio que permite disfrutar del ambiente, la luz y el pulso cultural del centro histórico sin salir de casa. La cocina está completamente equipada, lo que permite entrar a vivir sin necesidad de reformas. Además, la propiedad incluye un trastero, ideal para mantener el orden y disponer de espacio extra de almacenaje. El edificio dispone también de un cuarto de bicicletas, un servicio cada vez más valorado entre quienes optan por una movilidad sostenible. La ubicación del piso ofrece además una excelente conexión mediante transporte público, con varias líneas de autobús a escasos metros. Esta accesibilidad convierte la vivienda en una opción idónea tanto para quienes desean vivir plenamente el ambiente del centro como para quienes necesitan combinar vida urbana y desplazamientos diarios. Con su equilibrio entre historia, modernidad y ubicación privilegiada, este inmueble se presenta como una auténtica joya inmobiliaria en el Casco Antiguo de Pamplona, perfecta para quienes buscan una vivienda con personalidad propia en un entorno lleno de vida, patrimonio y cultura.
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El Casco Antiguo de Pamplona continúa ofreciendo oportunidades singulares para quienes buscan vivir rodeados de historia sin renunciar al confort contemporáneo. En esta ocasión, sale al mercado un piso de 88 metros cuadrados que destaca no solo por su ubicación privilegiada, sino también por la cuidada combinación entre carácter histórico y comodidades actuales. La vivienda se encuentra en la cuarta planta de un edificio construido en 1870, un inmueble de gran valor patrimonial que ha sido actualizado para adaptarse a los estándares de la vida moderna. Entre las mejoras más destacadas figura la instalación de ascensor, un elemento poco habitual en los edificios tradicionales del Casco Antiguo. El piso cuenta con dos habitaciones amplias, equipadas con armarios empotrados y ventanas orientadas a un patio interior, lo que garantiza tranquilidad y descanso. La distribución se completa con dos baños completos y una luminosa zona de salón-cocina abierta, concebida como el núcleo principal de la vivienda. Uno de los grandes atractivos del inmueble se encuentra en el salón, desde donde se accede a dos balcones con vistas directas a la Plaza del Castillo, uno de los espacios más emblemáticos, dinámicos y reconocibles de la capital navarra. Un privilegio que permite disfrutar del ambiente, la luz y el pulso cultural del centro histórico sin salir de casa. La cocina está completamente equipada, lo que permite entrar a vivir sin necesidad de reformas. Además, la propiedad incluye un trastero, ideal para mantener el orden y disponer de espacio extra de almacenaje. El edificio dispone también de un cuarto de bicicletas, un servicio cada vez más valorado entre quienes optan por una movilidad sostenible. La ubicación del piso ofrece además una excelente conexión mediante transporte público, con varias líneas de autobús a escasos metros. Esta accesibilidad convierte la vivienda en una opción idónea tanto para quienes desean vivir plenamente el ambiente del centro como para quienes necesitan combinar vida urbana y desplazamientos diarios. Con su equilibrio entre historia, modernidad y ubicación privilegiada, este inmueble se presenta como una auténtica joya inmobiliaria en el Casco Antiguo de Pamplona, perfecta para quienes buscan una vivienda con personalidad propia en un entorno lleno de vida, patrimonio y cultura.
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El Casco Antiguo de Pamplona continúa ofreciendo oportunidades singulares para quienes buscan vivir rodeados de historia sin renunciar al confort contemporáneo. En esta ocasión, sale al mercado un piso de 88 metros cuadrados que destaca no solo por su ubicación privilegiada, sino también por la cuidada combinación entre carácter histórico y comodidades actuales. La vivienda se encuentra en la cuarta planta de un edificio construido en 1870, un inmueble de gran valor patrimonial que ha sido actualizado para adaptarse a los estándares de la vida moderna. Entre las mejoras más destacadas figura la instalación de ascensor, un elemento poco habitual en los edificios tradicionales del Casco Antiguo. El piso cuenta con dos habitaciones amplias, equipadas con armarios empotrados y ventanas orientadas a un patio interior, lo que garantiza tranquilidad y descanso. La distribución se completa con dos baños completos y una luminosa zona de salón-cocina abierta, concebida como el núcleo principal de la vivienda. Uno de los grandes atractivos del inmueble se encuentra en el salón, desde donde se accede a dos balcones con vistas directas a la Plaza del Castillo, uno de los espacios más emblemáticos, dinámicos y reconocibles de la capital navarra. Un privilegio que permite disfrutar del ambiente, la luz y el pulso cultural del centro histórico sin salir de casa. La cocina está completamente equipada, lo que permite entrar a vivir sin necesidad de reformas. Además, la propiedad incluye un trastero, ideal para mantener el orden y disponer de espacio extra de almacenaje. El edificio dispone también de un cuarto de bicicletas, un servicio cada vez más valorado entre quienes optan por una movilidad sostenible. La ubicación del piso ofrece además una excelente conexión mediante transporte público, con varias líneas de autobús a escasos metros. Esta accesibilidad convierte la vivienda en una opción idónea tanto para quienes desean vivir plenamente el ambiente del centro como para quienes necesitan combinar vida urbana y desplazamientos diarios. Con su equilibrio entre historia, modernidad y ubicación privilegiada, este inmueble se presenta como una auténtica joya inmobiliaria en el Casco Antiguo de Pamplona, perfecta para quienes buscan una vivienda con personalidad propia en un entorno lleno de vida, patrimonio y cultura.
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