'Juanito' volvió a ser 'Johan'

El caso del esquiador de fondo Johan Muehlegg ha quedado en los anales, para siempre, como ejemplo supremo del apego desmedido al deportista ganador y el desapego inmediato cuando cae en desgracia.

El alemán pasó a ser conocido en España como Juanito a partir del 12 de noviembre de 1999, cuando logró una de esas rápidas nacionalizaciones a las que nunca tendrán acceso el resto de mortales. Qué menos que darle facilidades para que lograra medallas para España en un deporte y en unos Juegos -los de Invierno- obligados a vivir de las rentas del oro de Paquito en Sapporo'72.

Y Juanito era una máquina del fondo: oro y plata en los Mundiales de Lahti 2001, y eclosión absoluta en los Juegos de Salt Lake City de 2002, con tres oros en otras tantas pruebas.

Qué poderío, qué resistencia..., qué tramposo: una droga obtenida de hámsters chinos llamada darbepoetina -y de efectos similares a la EPO- era la gasolina que permitía ganar a Juanito, quien, por supuesto, a partir de ese 24 de febrero volvía a ser Johan.

El escándalo internacional estaba servido, porque se descubría que en Alemania lo habían apartado de la selección por las dudas que creaba, y porque se comprobaba que en España no se habían hecho los controles pertinentes al equipo olímpico para evitar positivos como ése en plena competición.

Muehlegg perdió sus tres oros de Salt Lake City y sufrió una sanción de dos años que, a sus 31 años, le abocó a la retirada.