iedo da que, llegados a esta altura del campeonato, empecemos con lo que los del baloncesto llaman “minutos de la basura”. Que el Mundial es de Quartararo ya nadie lo discute, y menos cuando reafirma su máxima fortaleza de este año, lo que está marcando la diferencia respecto a años anteriores: si no puedo ganar, pues segundo y a casa. Esto puede derivar en carreras tostón como las de ayer. De puro bostezo. Ni siquiera la vuelta a la victoria de Márquez nos sacó del sopor. Unos pocos adelantos entre Bagnaia y Martín y otros contados entre Miller y Rins y poquísimo más.
Es cierto que el circuito no ayudaba. Una especie de pastiche de circuitos míticos, que la leyenda dice que salió de la propia mano de Kevin Schwantz sobre una servilleta en algún bar de carretera. Muy americano eso. Que si las enlazadas de Silverstone, que si la bajada de Le Mans, que si la primera curva de Turquía, pero al final ni una cosa ni otra. Un circuito con muchos colorines y cuestas, pero carente de personalidad propia. Y más si lo cuidan como si fuera una vieja pista de aterrizaje del medio oeste, bacheado terrible y con hasta tres tipos distintos de asfalto.
Y si además contamos que gira a la izquierda, pues ya tenemos la receta que este año busca Marc para poder suplir sus carencias físicas. Márquez necesita que pasen cosas para poder ganar... Y que se gire en sentido antihorario, claro. Lo hizo en Alemania y lo ha hecho en Austin. Y nada más. Que Marc está mucho mejor, es verdad. Que no es el Marc de hace un par de años, también.
Tras la carrera hice la prueba de ponerme en dos pantallas juntas la carrera de ayer y la de 2019 en la que cayó yendo líder. Nada que ver en pilotaje. Ayer parecía que pilotaba una Yamaha, sin cruzadas ni derrapadas, mucho más fino... Pero perdiendo la esencia Márquez. Años atrás, Marc ganaba aquí y en Alemania, pero también cuando se giraba a derecha o cuando el asfalto estaba como una alfombra. Hoy necesita que pasen cosas para poder postularse. Es una incógnita si eso está para quedarse, si tenemos al nuevo Marc o si aún estamos en proceso de recuperar al antiguo. Pero aún si es así, el tiempo pasa y los años se cumplen. Veremos si es solo una transición o una nueva normalidad.