Síguenos en redes sociales:

Tailandia Cuenta atrás para el rescate

Tras hallar vivos a los 12 niños y su monitor atrapados desde hace 10 días en una cueva, los rescatistas luchan contra reloj para sacarlos con vida en un operativo que podría tardar meses

Tailandia Cuenta atrás para el rescateFoto: Efe

Tras encontrar con vida a los 12 niños y a su monitor atrapados desde hace 10 días en una cueva de Tailandia, los equipos de salvamento buscan desde ayer la manera más “segura” de rescate en unas tareas que podrían demorarse “meses”.

Una avanzadilla de dos expertos buzos británicos logró el lunes por la noche llegar a la cavidad donde se refugiaron las víctimas tailandesas: una docena de estudiantes de entre 11 y 16 años y un profesor de 26.

Les costó tres horas (ida y vuelta) recorrer 1,5 kilómetros de pasajes con zonas inundadas y otras abiertas, según la narración que hicieron los protagonistas, los británicos John Volanthen y Richard Stanton.

Visiblemente delgados y con la ropa sucia por el barro, los niños agradecieron la llegada del rescate y preguntaron: “¿Qué día es hoy?”, antes de pedir comida. “¡Tenemos hambre!”, se escucha en una grabación del encuentro.

“Sois muy fuertes (...) Mucha, mucha gente está viniendo. Nosotros somos los primeros”, respondió uno de los buzos.

El grupo fue encontrado en un terreno elevado cerca del agua que inunda los pasadizos y a unos cuatro kilómetros en el interior de la cueva, donde penetraron el pasado día 23.

El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, confirmó que ninguna de las víctimas sufre problemas críticos de salud tras ser examinadas por un grupo de médicos que seguirá de cerca la evolución del grupo.

éxtasis nacional Los familiares de los desaparecidos estallaron en júbilo al conocer las buenas noticias durante unas operaciones seguidas al minuto y con gran expectación por todo el país asiático.

Los equipos de rescate transportaron ayer hasta el refugio alimentos y agua “para al menos cuatro meses”, así como medicinas para tratar y recuperar a los niños y al adulto.

“No los vamos a sacar hasta que encontremos una forma totalmente segura”, declaró a los medios el gobernador de Chiang Rai, provincia donde se encuentra la gruta. “No sabemos cuánto tiempo durará el rescate”, añadió.

Entretanto, las autoridades tratan de desplegar a lo largo de la cueva una cable telefónico que permita a los reencontrados hablar con sus familiares.

Los doce integrantes de un equipo de fútbol y su entrenador también tendrán que aprender a bucear para poder salir a la superficie.

El principal impedimento son los numerosos y estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia, con unos 10 kilómetros de longitud y frecuentes cambios de nivel.

“Tratar de llevar a no buceadores a través de la cueva es una de las de las situaciones más peligrosas posibles, incluso si es relativamente fácil”, apunta Anmar Mirza, uno de los voluntarios internacionales que ha liderado la misión.

el clima, en contra El ministro del Interior, Anupong Paojinda, reconoció la dificultad que presenta el rescate en declaraciones en Bangkok, pero añadió que había que darse prisa porque el servicio meteorológico pronostica precipitaciones en los próximos días.

“Hay que acelerar el rescate (...) Si el nivel del agua aumenta, el trabajo será más difícil. Hay que sacar a los chicos antes de eso”, manifestó Anupong con preocupación.

Desde que se diera la voz de alarma el sábado 23, unos 1.300 efectivos han participado en las tareas de búsqueda y rescate en la gruta del parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, cerca de la frontera entre Tailandia y Birmania.

El grupo fue encontrado tras varios días de intensa búsqueda en la que participaron cuerpos de élite del Ejército, efectivos de salvamento y voluntarios, y que contó, además, con expertos de Estados Unidos, Japón, China y Australia, entre otros.

Estado de salud ‘verde’. Dado que los menores solo presentaban pequeñas heridas, los equipos médicos que atendieron al grupo clasificaron su condición como ‘verde’, un diagnóstico que vaticina, dentro de lo que cabe, un rescate menos peligroso que si su estado hubiera sido ‘amarillo’ o ‘rojo’.

Conducta peligrosa. Generalmente, los visitantes sólo pueden aventurarse unos 700 metros en el interior de la cueva, pero las autoridades creen que el grupo avanzó más allá de lo permitido.

Comida de emergencia. Los niños y su entrenador recibieron de los buzos tubos de gel de alto valor calórico para alimentarse ante la imposibilidad de llevarles alimentos normales por las inundaciones y las estrechas grutas por las que han accedido los buzos.

Las bombas de agua, claves. Los equipos utilizaron unas 20 bombas de extracción para reducir el nivel del agua en las partes más anegadas.

Importancia del monitor. Felip Montoliu, espeleólogo experimentado que quedó atrapado en la gruta de la Obriga, situada en la sierra de Albarracín (Teruel), confesó en ‘Antena 3’ que cuatro meses es demasiado tiempo para la situación psicológica de los niños. “El monitor desempeña un papel fundamental para gestionar el miedo de su equipo”, añadió.