Desde aquel ya lejano marzo de 2020, los autónomos y las pequeñas y medianas empresas españolas están viviendo en una constante incertidumbre económica debido a la crisis sanitaria de la Covid-19, primero, y a la crisis provocada por la guerra en Ucrania, más recientemente. El encarecimiento de las materias primas, cuando no el desabastecimiento de las mismas o incertidumbre en los plazos de entrega, costes energéticos disparados, endurecimiento de las condiciones de financiación con el alza del Euribor, hacen que esté siendo un auténtico reto la supervivencia de tantas empresas y autónomos.

Ante esta situación tan crítica, ha sido necesaria la puesta en marcha de diferentes medidas, tanto por parte del Gobierno de España, como de las distintas comunidades autónomas que participan en el accionariado de cada una de las sociedades, destinadas a paliar los efectos negativos de ambas crisis sobre las empresas. Las sociedades de garantía (SGR) han jugado un papel fundamental en este difícil escenario, aportando la liquidez necesaria para la supervivencia de muchas pymes y autónomos gracias a las líneas de avales y a otros productos específicos. 

Desde el momento en que comenzó la pandemia, el sistema nacional de garantías puso en marcha líneas especiales de avales que supusieron un salvavidas para muchas pequeñas y medianas empresas. Y es que, desde marzo de 2020, las SGR en su conjunto han concedido 72.882 avales por un importe de 5.258 millones de euros, beneficiando a 166.162 pymes, autónomos y emprendedores, que mantienen activos créditos y préstamos por valor de más de 6.682 millones de euros, y contribuyen al mantenimiento de 887.255 puestos de trabajo. En la tramitación de todos estos avales, ha jugado un papel clave la plataforma online ‘Con Aval Sí’, creada en 2017 por las sociedades de garantía para facilitar su solicitud y con la que hemos sido pioneros en la digitalización del sector en Europa. 

Estas líneas de avales se han podido implementar gracias al refuerzo del reaval de CERSA (Compañía Española de Reafianzamiento), que ha contado con el aval del Ministerio de Asuntos Económicos y el del Fondo Europeo de Inversiones, y que ha ofrecido una cobertura especial del 80% aumentando así considerablemente la capacidad de aval de las SGR. 

Hasta hace pocas fechas, se ha seguido ofreciendo la ampliación de los plazos y carencias de estas operaciones, para poder adaptar la devolución de los importes de esas operaciones a la nueva capacidad de generación de las empresas, dentro del marco del Código de Buenas Prácticas establecido por el Gobierno. Toda esta financiación facilitada durante la pandemia demuestra la importancia que adquieren las sociedades de garantía para las pequeñas empresas en este escenario de inestabilidad económica. 

A estas líneas especiales de avales, hay que añadir otras herramientas de financiación que las SGR han puesto a disposición de pymes y autónomos en este último año. Una de ellas es Aquisgrán, iniciativa pionera en Europa, financiada por el FEI y el ICO, que ofrece una nueva fuente de financiación para las pymes. A través de Aquisgrán, ya se han facilitado préstamos avalados por las SGR a más de 727 pymes y autónomos por valor de 48 millones de euros. Además, con esta nueva fuente de financiación, se están apoyando inversiones en pymes que fomentan la sostenibilidad climática, algo especialmente relevante en el contexto actual.

Otra de las vías de financiación promovida por las SGR recientemente, ha sido el Programa de Apoyo al Emprendimiento Industrial, puesto en marcha en colaboración con el Ministerio de Industria y las principales entidades de crédito de nuestro país. Con una dotación de 75 millones de euros de los Fondos de Recuperación, el objetivo es apoyar la creación de nuevos establecimientos industriales, así como el crecimiento y mejora de la competitividad de las pymes de este sector. Sin duda, supondrá un espaldarazo para muchas empresas, aun recuperándose de la crisis provocada por la pandemia.

También para frenar los efectos de la actual crisis de abastecimiento energético en la actividad de las pymes, distintas SGR están ofreciendo líneas especiales de avales con el fin de inyectar liquidez a las empresas más afectadas, como las estaciones de servicio. De esta forma, demostramos una vez más estar al lado de pymes y autónomos cuando más lo necesitan. 

En definitiva, las sociedades de garantía se han convertido en un instrumento imprescindible para la financiación de las pequeñas y medianas empresas en estos años tan difíciles, contribuyendo en gran medida a la supervivencia de muchas de ellas. El conocimiento del territorio y de los agentes que trabajan en el mismo por parte de las SGR, hacen que las medidas que se puedan implementar tengan su reflejo inmediato en la economía.

Todavía quedan muchas cosas por hacer, pero este modelo de colaboración público-privada en el que es fundamental el apoyo del Gobierno Central y las Comunidades Autónomas, ha demostrado un efecto multiplicador muy importante y desde SGR-Cesgar seguiremos trabajando para que, durante este 2022 y el próximos 2023, la recuperación y el crecimiento de estas empresas y autónomos, tan importantes para nuestro tejido económico, sea una realidad.

* Presidente de SGR-Cesgar