Estella vivió ayer el cambio de varas con los integrantes del ayuntamiento txiki. Una costumbre que hace que durante 12 horas los representantes de los niños y niñas de la ciudad vivan un día donde la ciudad será un plan a su medida. Es el caso de su alcalde circunstancial, el pequeño Diego Rojas Corso, que tras el sorteo de junio, fue el haba en su trozo de pastel la que hizo que fuera el elegido para ostentar el cargo de alcalde. Un honor que llevó muy bien el más pequeño de toda la corporación y que vivió ayer intensamente. Primero con su madre Paula Corso que no se separaba de él durante ningún momento y luego, con el resto de familiares que miraban desde abajo del balcón consistorial. Allá estaba también su bisabuela M.ª Jesús Beruete, la mujer más veterana de la ciudad ya que el próximo 18 de agosto cumplirá 102 años, “llevo muchas fiestas a mis espaldas fíjate lo que he vivido con todos mis hijos, nietos y biznietos” aseguró María Jesús.

En silla de ruedas María Jesús beruete ve pasar a su biznieto. Javier Arizaleta

Tras disparar el cohete su biznieto Diego se mostraba más tranquilo: “ha sido todavía mucho mejor de lo que había imaginado” aseguró el pequeño alcalde por un día que con solo 8 años vivió un sueño acompañado del resto de los representantes de primaria: Iago Wendler Suárez, Uxue Legarda Preciado, Oier Barber Boneta y Aitana Berrueta Jordana que hicieron las funciones de tenientes de alcalde y del resto de la Corporación, que estuvo compuesta por Ángela Mangado Sádaba, Maider Ansorena Pascual, Ainara Torrecilla Martinicorena, Jacquelina del Rocío Escorcia Corea, Mª José Huertas Cardona, Iker Barandiaran Arza, Anna Luisa Vieira Ferreira, Jimena Ferrer Ausejo, Ioar Pascual Zabalza, Jon Zudaire de Miguel, Irene Alcasena Martínez de Narvajas y Dereck Argüello López.

Comenzaba un día inolvidable acompañados de los grupos txikis de danzas de Larraiza, Ibai Ega y el Puy y San Andrés, además de los maceros y clarineteros municipales, se vieron acompañados de fanfarres, peñas, gaiteros y mucha animación comenzaron su paseo por las calles rumbo a los oficios en la iglesia de San Pedro. Eso sí hasta ahí seguidos por el Ayuntamiento oficial que poco después desaparecería para dejar a los 17 representantes infantiles vivir un día de invitaciones y custodia familiar.