pamplona - Los problemas detectados en la pasarela del Labrit obligaron al Ayuntamiento durante el último mandato de UPN a prohibir la celebración de una carrera atlética que tenía previsto atravesar la estructura. Los documentos que técnicos de las áreas de Urbanismo y Seguridad Ciudadana se cruzaron a finales de 2013 muestran las dudas en el Ayuntamiento sobre la capacidad de resistencia de la pasarela y la decisión final de cambiar el recorrido de la competición deportiva para evitar riesgos en la seguridad pública. Esta actitud contrasta con el posicionamiento que UPN ha mantenido desde que se hiciera público el informe de la ingeniería IDEAM -que recomienda el desmontaje de la pasarela- reclamando al equipo de Gobierno que encargue una prueba de carga que determine su resistencia.

Sin embargo, cuando en octubre de 2013 se convocó la primera edición de la Carrera de las Murallas, los regionalistas ya sabían que algo no marchaba bien en esa estructura. Unos meses habían tenido conocimiento oficial de los primeros problemas, tras una queja vecinal que alertó de las goteras y humedades que presentaba la pasarela del Labrit. Pese a que el área de Proyectos se comprometió a realizar un estudio y actuar en consecuencia, no se hizo nada.

Cuando llegó la solicitud para la mencionada carrera nocturna, que utilizaba la pasarela del Labrit en parte de su recorrido, el Ayuntamiento decidió no correr riesgos de ningún tipo y obligó a cambiar el recorrido ante la dudas de los técnicos sobre la consistencia de la pasarela.

En las comunicaciones emitidas por el entonces director del área de Seguridad Ciudadana, Alberto Margallo, con el personal del área de Urbanismo se abogaba por “evitar riesgos” a la hora de autorizar el recorrido y se mencionaba la necesidad de convocar una reunión con los autores de la construcción “para que definan claramente las condiciones de uso de la pasarela”.

ni correr ni mirar En los documentos se alude a los inconvenientes de uso de la pasarela y se descartaba permitir el paso de un número elevado de corredores (unos 2.000) dadas las características de la construcción. Además, se desaconsejaba “las aglomeraciones de personas” y que fuera utilizada como “grada o mirador” ante el riesgo que podía suponer un incremento de la carga.

Frente a lo que actitud que adoptaron entonces, primando la seguridad por encima de cualquier otro criterio, los regionalistas han venido cuestionado todas las decisiones adoptadas por el actual equipo de Gobierno desde que el desprendimiento de varias planchas metálicas en febrero de 2016 obligara al cierre definitivo de la pasarela en julio de ese año.

Primero pusieron en duda que fuera necesario mantenerla clausurada, para lo que incluso plantearon colocar unos andamios a modo de sujeción o un pilar; y más tarde cuestionando a la ingeniería que hizo el último informe, a la que las partes recurrieron para que elaborara un dictamen independiente.

Sus conclusiones no dejan margen a la interpretación: está mal diseñada, contiene errores de cálculo, fallos en su ejecución y su reparación resulta inviable en términos económicos, por lo que “no permite garantizar los niveles de seguridad y funcionalidad exigibles” según los ingenieros de IDEAM, que recomendaron su “pronta retirada”.

Las planchas metálicas serán retiradas de inmediato. Al mismo tiempo el Ayuntamiento va a incoar un nuevo expediente de depuración de responsabilidades y antes de la retirada completa de la pasarela abrirá un plazo para que los autores de la obra presenten sus alegaciones.

El diseño y la dirección de la obra corrió a cargo de Boreas Nuevas Tecnologías SL, Óscar Pérez Silanes, Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras. Arian y TEUSA se encargaron de la construcción.

9 de febrero. Desprendimiento de dos placas.

15 de abril. Los responsables de la pasarela remiten informe y datos de la obra e instrucciones de uso.

4 de julio. La empresa INTEMAC, encargada de analizar la obra, recomienda el cierre de la pasarela, lo que se produce al día siguiente.

22 de septiembre. Se instala una malla de seguridad para evitar nuevos desprendimientos.

30 de mayo. Apertura nueva incoación procedimiento responsabilidad.

28 de septiembre. Primer contacto con IDEAM de cara a efectuar un informe independiente.

14 de noviembre. Los autores de la obra plantean otra consultora (INES), pero en su defecto aceptan la propuesta de IDEAM.

10 de octubre. Recepción oficial informe análisis preliminar señalando que la pasarela debe permanecer fuera de servicio.

11 de octubre. Reunión con las partes y entrega de informe de IDEAM.

18 de enero. Auto del Juzgado Contencioso-Administrativo nº 2 inadmitiendo el recurso contencioso-administrativo presentado por TEUNSA.

12 de febrero. Entrega definitiva del informe de IDEAM.