i tienes un trabajo y una nómina, puedes acceder a un alquiler”. Esta es la bonita frase que pronunció Pablo Casado para criticar la nueva ley de vivienda del Gobierno Central y la ayuda de 250 euros a los jóvenes para emanciparse, una ayuda en la que Navarra, por cierto, ha ido por delante, aunque quizás sea tiempo de revisar algunos puntos que tienen que ver directamente con el mercado y sus precios y el riesgo de poner un tope que pueda acabar en pagos en negro que favorezcan a los propietarios y no a los jóvenes. Una frase a todas luces irreal, por no decir directamente mentira. Hoy en día muchas personas, y la mayoría de ellas jóvenes, trabajan y no pueden acceder a una vivienda. Sus nóminas no dan para todo, es imposible con trabajos precarios y mal pagados frente a unos precios de alquiler disparados. En una ciudad como Pamplona prácticamente no hay nada por debajo de 650 euros, gastos aparte. Y todavía peor en Madrid o Barcelona. La brecha salarial entre quienes acceden al mercado laboral y quienes llevan tiempo en él se ha agrandado en los últimos años, consolidando la precariedad y la pérdida de derechos laborales, lo que está normalizando dobles tablas salariales totalmente injustas. Los jóvenes tienen derecho a una vivienda a la que puedan acceder con lo que ganan por su trabajo, esa es la frase cierta, lo demás, mentiras de quien seguramente nunca ha sido joven precario ni ha vivido de alquiler, más bien parece ser de los que viven de las rentas.