exta planta de Virgen del Camino... ya vamos para dos largos años atendiendo covid. Adecuándonos a la incidencia de la calle, sin descanso. Y se sigue igual que el primer día, sin aprender de los errores. Sintiéndonos cada vez menos apoyados. Incluso recibiendo pegas o críticas destructivas.

Son seis las olas que llevamos aguantando en nuestras espaldas, con una duración media de 3 meses cada una. En las que hay que modificar día a día la actuación, con un consiguiente descontrol y empeoramiento en la calidad asistencial, la cual intentamos realizar exquisitamente, aunque se pongan todo tipo de impedimentos para ello. Siempre teniendo que buscar la mejor forma de hacer las cosas:

- Intentando contentar: pacientes, familiares y hospital. Siempre hemos intentado hacer lo mejor para el paciente y facilitar las cosas a los familiares. Pero seguimos teniendo que lidiar con gente que no está de acuerdo con las indicaciones, muy sencillas: mascarilla, higiene de manos y restricción de visitas. Esperamos que l@s que han pasado por aquí se hayan llevado una sensación positiva, dentro de que la situación por sí sola es complicada. Y haberles facilitado todo lo que ha estado a nuestro alcance, aún cuando no se permitía. Todo por humanidad. Pero las normas son las normas. Dentro y fuera. Sólo es convivencia, por el bien de todos.

- Sobresueldo: no cobramos nada extra. Un 1% de riesgos biológicos (irrisorio) al igual que el resto del CHN. Sin tener en cuenta el riesgo existente de estar continuamente expuest@s, ni el estrés añadido que implica el trabajo con dicha patología. Lo cual nos hace recordar no se han tenido en cuenta las condiciones de l@s trabajadores: familiares de riesgo, embarazos, patologías que dificulten el uso del EPI, edad, o simplemente el tener miedo por nuestra salud o la de nuestros familiares.

- Realizando y cumpliendo protocolos de actuación: cambiantes cada día, pero sin formación o pautas a seguir. Nosotr@s mism@s los hemos tenido que realizar, adecuándonos a las indicaciones de Salud Pública y de la dirección del CHN. A los cuales sólo parece importarles el ratio enfermera y auxiliar por paciente, nunca las cargas físicas ni mentales que supone el trabajar con esta patología ni el estar 3 horas seguidas con un EPI puesto.

- Hemos formado a más de 200 profesionales durante estos 22 meses. Enseñando una y otra vez lo mismo a l@s compañer@s que, sin culpa alguna, sigue viniendo nuev@s a la planta. No lo entendemos, ya que conlleva un riesgo, una disminución de la calidad asistencial, y otra carga extra a esta situación. Teniendo que lidiar a su vez con gente que no sabe o no quiere realizar bien su trabajo.

- Somos plantilla de referencia para todo (aunque es una de las plantas con más carga del complejo). También para cuando los ingresos disminuyen, salir a otras unidades. Pero cuando nosotr@s necesitamos más personal (por aumento de camas, ingresos, sobrecarga física) no se nos está mandando.

- Soportando las no coberturas de bajas, ya que "no hay personal disponible en las listas de enfermería". Y nos preguntamos, ¿tiene todo esto algo que ver con contratos infernales? ¿Es momento de realizar una OPE de enfermería? ¿Penalizaciones absurdas? Esto supone que el personal esté haciendo más del 100% de la jornada, con cambios infinitos de turnos y doblajes por necesidades del servicio. El CHN no cubre ni con el personal mínimo, y hay que sacar adelante el trabajo.

- Cambiando ahora habitaciones covid, ahora medicina interna, otra vez covid, ahora todos juntos, ahora corre otra vez que ya no sabemos ni por dónde ir. Necesitamos volver a trabajar sin este estrés, volver a tener nuestros pacientes en vez de covid, y tener algo de estabilidad.

¿Alguien se ha puesto en nuestro lugar? Nadie. ¿De quién es la culpa? No lo sabemos. Pero desde luego nuestra no. Hemos expresado muchas veces nuestra situación. Sin recibir caso alguno. Jefaturas, sindicatos, salud laboral, medicina preventiva... ¿Dónde estáis? Deberíais cuidar más a vuestr@s trabajadores, y no solo aparecer para las medallas que os colgáis gracias a otr@s. Quizás no todo se pueda solucionar, pero sí aliviar con una buena gestión. Todo vale. Para tod@s menos para nosotr@s. No podemos más. Estamos agotad@s física y mentalmente. ¿Qué tenemos? Nos tenemos a nosotr@s. Eso nos salva. El compañerismo y el cariño. Ya que entre nosotr@s intentamos animarnos y sacar siempre una sonrisa, un abrazo... Lo que sea. Nos sentimos abandonad@s, maltratad@s, ningunead@s, olvidad@s... No pasa nada. La sexta planta de Virgen del Camino puede con todo. Y sino, da igual, tendrán que poder. No hay más opción. Todo esto mientras fuera seguimos teniendo límites, los cuales parece que nos afectan más que al resto de personas sólo por el hecho de ser sanitari@s.

La pena es que tarde o temprano todo esto nos va a pasar factura a tod@s. Y ya lo está haciendo. Recordad que también somos personas, con problemas personales, familias, ganas de divertirnos y socializar. En definitiva, tener una vida fuera del hospital. Y sobre todo también tenemos muchas ganas de que esto acabe.

Firman esta carta: Ariana Clavero y el resto del personal de la Sexta General del Virgen del Camino